Crisis del coronavirus obliga a cancelar el Mobile World Congress de Barcelona
Ante la cancelación de asistencia de al menos 15 grandes compañías, los organizadores del Mobile World Congress de Barcelona suspendieron el evento.
Es oficial: el Mobile World Congress de este año queda cancelado, víctima de la emergencia global por el coronavirus COVID-19.
El consejo de la GSMA, la asociación que congrega a operadores móviles y compañías del sector, tomó este miércoles la decisión de suspender el evento que tendría lugar entre el 24 y el 27 de febrero luego de una reunión de casi seis horas.
A la junta acudieron 26 representantes de las principales operadoras de telecomunicaciones de todo el mundo que forman el órgano de gobierno de la GSMA.
El Mobile World Congress es la feria de tecnología y telecomunicaciones más grande del mundo, la cual ha sido año con año aprovechada por las compañías para presentar nuevos teléfonos y dispositivos. Para este año estaba prevista la participación de más de 100,000 asistentes y 2,800 empresas.
La cancelación fue orillada por los avisos de varias de las grandes empresas protagónicas de que no acudirían a Barcelona por las dificultades que han surgido por la contingencia del coronavirus surgido en Wuhan, China.
Entre las compañías que anunciaron que no irían están Cisco, Intel, AT&T, Sprint, Facebook, Mcafee, Nvidia, Vivo, Sony, LG, TCL, Nokia, Ericsson, Deutsche Telekom, Orange y BT.
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“El GSMA ha decidido cancelar por la preocupación global que ha generado el brote del coronavirus, la preocupación por viajar y otras circunstancias que hacen imposible que se pueda continuar con el evento”, indicó la GSMA en un comunicado firmado por el principal responsable de la feria, John Hoffman.
“Continuaremos trabajando con las autoridades locales al unísono y nos apoyaremos para el Mobile World Congress 2021 y ediciones futuras”, añadió.
Hace una semana, LG se convirtió en el primer gran nombre en anunciar que se retiraba del evento; en los días posteriores, más empresas se sumaron a la retirada con el argumento del riesgo de salud que la propagación del coronavirus representa para sus empleados.