Los inversionistas están nerviosos. La principal razón no es el candidato puntero, es la falta de ‘cómos’ en las distintas propuestas presidenciales relacionadas con la economía. La incertidumbre que ronda a los mercados puede no sólo traer consigo afectaciones a las variables macroeconómicas, también puede pegar directamente a tu bolsillo. “Las elecciones son el tema medular, muchos analistas están buscando hoy leer entrelíneas la política económica y social de los candidatos, sin embargo, el mensaje es ambiguo en temas importantes como el empleo, la relación con Estados Unidos, el comercio internacional. En algunos casos hay buenas ideas, pero carecen de información cuantitativa, eso genera una percepción de riesgo y al mercado no le gusta no saber”, explica Esteban Polidura, director de inversiones de UBS. Para el analista, el resultado de la elección presidencial no es ya un tema de preocupación para los mercados, sin embargo, lo que sí preocupa son las medidas que pueda llevar a cabo la próxima administración. “Los inversionistas ya tienen descontado que el candidato López Obrador pudiera ser el próximo presidente, hoy lo que sigue en la agenda es la composición del congreso, pero el mercado todavía no observa un color en ese sentido”. Durante las campañas de los candidatos a la presidencia se han comentado propuestas como elevar el salario mínimo, generar apoyos para el campo, incentivar el mercado interno y una reingeniería de gasto. No obstante, incluso durante los debates previos a la elección, ha habido poco detalle de cómo planean alcanzar sus objetivos relacionados con economía.   Para Esteban Polidura, las consecuencias de la incertidumbre pueden golpear directamente al bolsillo de los mexicanos de tres formas: 1. Tipo de cambio = aumento de precios Si los inversionistas se sienten nerviosos buscan refugio en divisas seguras, como el dólar. En este escenario el fortalecimiento del dólar implica un mayor costo para los insumos de muchas empresas que importan material para producir bienes de consumo interno, como consecuencia, aumentan los precios de los productos en el país. 2. Más inflación = crédito más caro Si los precios de los productos que tienen componentes en dólares empiezan a subir, se desata toda una serie de efectos en la economía, uno de ellos es la subida de tasas por parte del Banco de México, la medida busca contener el aumento de precios, pero tiene como efecto secundario: un encarecimiento de los créditos que los bancos otorgan a empresas, al consumo e incluso hipotecas y crédito automotriz. 3. Problemas en el mercado de capitales = poco crecimiento y menos empleo Para Esteban Polidura, las variaciones en el mercado de capitales representa impactos en diferentes dimensiones: por principio, las inversiones son realizadas generalmente por inversionistas institucionales, como Afores y Aseguradoras. Esto implica que si el mercado pierde, los ahorradores reciben menores ganancias. Sin embargo, dice, también se debe considerar que el mercado de capitales representa una fuente de financiamiento para que las empresas consigan recursos y puedan poner en marcha planes de expansión y generación de empleo. “El efecto del deterioro de la confianza en los mercados se nota de manera muy rápida en los fundamentales económicos. Si no hay propuestas claras de qué se hará, los inversionistas empiezan a realizar supuestos con los escenarios más conservadores y eso tiende a moderar el ritmo de la economía”, advierte.

 

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