Buscando frases sobre la felicidad, encontré una que me hizo reflexionar y al mismo tiempo me hizo cuestionar mi concepción sobre este tema tan trillado y tan complejo a la vez. “Ser exitoso no te asegura la felicidad, pero la felicidad te da más posibilidades de éxito”, leerla me generó un poco de confusión al principio, sobre todo porque desde niños algunos tenemos posicionada la idea de que hay que trabajar duro para ser exitosos, y las personas exitosas son felices. Sin embargo, para mí esta frase tiene mucha validez. Antes, generalmente las personas separaban la esfera personal de la profesional, trabajando arduamente para tener éxito profesional y económico, dejando el tema de la felicidad en muchas ocasiones como secundario o como recompensa del esfuerzo y tiempo invertidos. Ahora los cambios sociales, demográficos y tecnológicos han moldeado la realidad de miles de personas y de nuevas generaciones que han demostrado que la felicidad no es una meta sino un estado. De acuerdo con la psicología positiva, la felicidad del individuo es necesaria para cubrir aspectos económicos y sociales, sin embargo, esta perspectiva contrapone a la pirámide de motivadores de Maslow, donde eran considerados como básicos. Aunque obtener seguridad financiera y pertenencia en grupos sociales no han dejado de ser necesidades claramente básicas para las personas (independientemente de la época), hay estudios que proponen que la pirámide debe ser invertida. La búsqueda de la felicidad es un tema que está presente a donde vayamos, es una necesidad del ser humano para experimentar bienestar, sentir plenitud y satisfacción en la vida. Por ello se ha convertido en una necesidad primordial en el ser humano. Ser feliz a través de la autorrealización hoy en día no se considera un fin último en la vida de una persona, sino que es importante sentir felicidad y bienestar para poder cumplir metas, desarrollar habilidades, dar lo mejor de sí mismo, encontrar un propósito en el trabajo y, por consiguiente, alcanzar el éxito. En el mundo organizacional, la felicidad es relevante no solo para que las personas sean exitosas sino para que las organizaciones también lo sean, ya que los colaboradores que presentan una percepción de bienestar personal tienen un mejor desempeño laboral, debido a que son más sensibles a las oportunidades que se les presentan, colaboran más con otras personas, son más extrovertidos y optimistas (entre otras cualidades). A pesar de que el ser felices o no depende mucho del compromiso personal de cada uno, en el contexto organizacional existe un actor cuya influencia es trascendental en las personas: el líder. No es que los líderes en las organizaciones tengan que ser responsables de la felicidad de los colaboradores, sino que son agentes clave para poder hacer la diferencia en el día a día, aportando elementos para ofrecer una experiencia positiva y única en el lugar de trabajo. Existen investigaciones sobre la felicidad en el trabajo que indican que puede ser atribuible a las características del líder. El secreto está en apostar por un liderazgo basado en la confianza que promueva estados de bienestar y felicidad en el trabajo. Puede percibirse como algo intangible, pero es la base para crear mejores ambientes laborales y mejores organizaciones. Tal como lo menciona Warren Buffet: “La confianza es como el aire que respiramos”. Como parte de los resultados de una de las mediciones más completas en cuando al tema de Ambiente Laboral y los mejores lugares de trabajo en México se encontró que los colaboradores que trabajan en organizaciones con un ambiente de alta confianza donde sienten orgullo por lo que hacen, en donde disfrutan convivir con sus compañeros de trabajo y donde pueden ser ellos mismos mantienen niveles altos de compromiso y de satisfacción en el trabajo. El 80% de los colaboradores de estas empresas sienten que sus lugares de trabajo son psicológicamente y emocionalmente saludables para trabajar, y 82% expresa el hecho de disfrutar colaborar en ellas. A nivel financiero existe evidencia de la correlación existente entre el liderazgo de alta confianza y el un alto desempeño económico. Derivado de un estudio en organizaciones de Alto Potencial en Estados Unidos, se encontró que en este tipo de empresas existe una fuerte asociación con comportamientos que impulsan la retención de talento a través de la lealtad, la alineación del comportamiento con los valores organizacionales, el logro de resultados de negocio consistentes e incremento de productividad. En otro estudio en Florida, Estados Unidos, se concluyó que las organizaciones que cultivan culturas basadas en la confianza (a través de la credibilidad, respeto e imparcialidad) superan significativamente a otras en cuanto a generación de valor, eficacia operativa y tasa de crecimiento. Todo esto pone en evidencia que los líderes que fomentan la confianza en las organizaciones generan mejores lugares de trabajo, que a su vez crean el ambiente necesario para que las personas puedan tener una experiencia positiva en su día a día y sientan bienestar de manera consistente, personas que perciban estados de felicidad más constantes en su vida personal y laboral. Estas reflexiones nos hacen ver que, en efecto, la felicidad nos lleva el éxito, tanto a nivel individual como organizacional. Tú como líder puedes elegir construir microclimas de confianza para poder ofrecer a la gente una experiencia positiva y única que pueda influir en su entorno y hacer de su comunidad, un mejor lugar para vivir.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @Jenn_amz1 Página web: greatplacetowork.com.mx Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Personalización, el futuro del consumo en la era digital
Por

Los consumidores en todo el mundo quieren que los bancos, marcas y negocios sepan quiénes son como si pudieran leer la m...