Es el inicio de los balances. El mandato del presidente López Obrador concluye en cinco meses y en cinco semanas habrá triunfadora de la elección, aunque faltará todavía que el Tribunal Electoral entregue la constancia sobre la validez de la contienda.

En el ámbito periodístico, Pablo Hiriart acaba de publicar “AMLO. El costo de una locura.”

Es un análisis riguroso que se ocupa de indagar sobre los saldos que dejará el gobierno de la 4T. Con un estilo directo, y en el que las afirmaciones van acompañadas de datos, Hiriart apunta una cifra, acaso provisional, pero reveladora: 140 mil millones de dólares, que, convertida a pesos, arroja el número alucinante de 2 billones 520 mil millones de pesos.

Eso es lo que el país dejó de recibir por la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y por la deriva en la que se encuentra la política energética, la electricidad y el petróleo.

Lo que ocurrió con el aeropuerto seguramente será tema de clases de negocios y de ciencia política y se integrará al compendio de decisiones que impactan inclusive en el proyecto de quien las promueve, porque “cancelar el NAIM equivale a haber destruido Pemex”.

Para ponderar sobre los temas de energía, Hiriart entrevistó a Enrique Ochoa, el exdirector de la CFC, quien clarifica dónde están los nudos y los riesgos en la renuncia a un esquema de competencia y a los saldos que puede dejar, de nueva cuenta, la preminencia del Estado.

Pero hay aspectos dolorosos e incuantificables, por lo que significan. La salud y la educación.

La conducción de la pandemia dejó un saldo de 500 mil personas que no debieron morir. Los contrastes son evidentes,

En la revista Lancet y en la comisión independiente que está indagando lo que ocurrió, los juicios son duros para la estrategia que planteó la Secretaría de Salud y en particular el subsecretario Hugo López Gatell.

Hiriart señala, para ilustrar el contraste: “en México, uno de cada 165 habitantes murió por Covid-19. En Japón, uno de cada 23 mil 800. En Vietnam, uno de cada 18 mil.”

La educación es un tema delicado. La última prueba PRISA reveló que solo uno de cada 100 adolescentes de 15 años es capaz de distinguir entre una opinión y un hecho.

¿Qué ocurrió? Se rompió el esquema de profesionalización del magisterio, al cancelar la Reforma Educativa, y se le devolvió el poder al SNTE y a la CNTE para definir las contrataciones de docentes, desvaneciendo cualquier posibilidad de que sea el mérito el que apunte la carrera en las aulas.

Quienes pagarán por ello son los estudiantes más pobres, porque sus familias no tendrán la oportunidad de enviarlos a planteles de calidad y porque, para colmo, se cancelaron las escuelas de tiempo completo que beneficiaban, sobre todo, a niños indígenas.

Hiriart entrevistó a Aurelio Nuño, en un ejercicio de balance interesante sobre las dificultades que implicó desterrar a los intereses que, como anclas, atoran a la educación, para que al paso del tiempo y a partir de diciembre del 2018 todo se revirtiera.

Con José Carreño Carlón la conversación radica en el cuadrante de las libertades. Sin duda es un tema de relevancia porque se inscribe en las presiones a la Suprema Corte de Justicia y a los medios de comunicación dos bastiones que hasta el momento han resistido el ascendió.

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