Por: Gabriel España

El anuncio reciente de la gran inversión de TESLA en Monterrey parece ser el resultado de meses de conversaciones entre empresarios e inversionistas sobre las ventajas del llamado “nearshoring”, una tendencia que surge a raíz de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China. Actualmente, Estados Unidos importa unos US$600 mil millones de China y cerca de US$450 mil millones de México, lo que indica un gran potencial de crecimiento para México.

Según una reciente encuesta del Banco de México, el 16% de las empresas con más de 100 empleados ya reportan beneficios del nearshoring, especialmente las cercanas a la zona fronteriza del norte. Durante el periodo de febrero de 2022 a enero de 2023, el nearshoring generó para México inversiones de más de US$19 mil millones, de los cuales aproximadamente el 50% se concentró en Monterrey.

El nearshoring podría representar entre el 1.5% y el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, al cuantificar solo el aumento en las exportaciones a Estados Unidos de entre un 20% y un 25%. Esto significaría un aumento de aproximadamente US$100 mil millones en las exportaciones mexicanas, lo que implicaría exportar unos US$550 mil millones al vecino del norte, una cifra que en las condiciones actuales parece inalcanzable.

Hasta la fecha, el máximo histórico de inversión extranjera directa (IED) logrado por México fue de US$35 mil millones en 2018. Según las estimaciones de HSBC Research, la IED en México podría alcanzar los US$40 mil millones para 2023 gracias al nearshoring. Firmas internacionales de banca de inversión estiman que el nearshoring podría representar una IED de unos US$50 mil millones anuales a mediano plazo, pero en las condiciones actuales, esto parece inalcanzable.

A pesar de las ventajas que ofrece esta histórica oportunidad, existen una serie de desafíos que se deben resolver para aprovechar el potencial que presenta el nearshoring. Temas como la certidumbre jurídica, la generación de energía limpia, la disponibilidad de mano de obra calificada, la construcción de espacios nuevos energéticamente eficientes, la seguridad y la paz social requieren de atención para cumplir con las expectativas generadas.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha cuantificado algunas de las necesidades más apremiantes en el país para la próxima década, que permitirían maximizar el potencial del nearshoring:

Infraestructura: Mejora y desarrollo de infraestructura (carreteras, líneas de ferrocarril, aeropuertos, puertos, infraestructura digital, entre otros): US$61 mil millones en la próxima década.

Educación: Expandir y modernizar la educación vocacional/técnica, así como en profesionistas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas: US$15 mil millones en la próxima década.

Seguridad y violencia: Mejora en temas relativos a la seguridad y violencia en el país: US$11 mil millones en la próxima década.

Para cumplir con las metas energéticas del país y reducir las emisiones contaminantes en la atmósfera, México necesita invertir US$55 mil millones para 2040, según la Agencia Internacional de Energía. Además, para poder contar con espacios inmobiliarios industriales que permitan la instalación y operación de al menos 380 millones de pies cuadrados, se requerirá una inversión de al menos US$6.7 mil millones en los próximos 5 años, de acuerdo con un reporte de CBRE.

Teniendo en cuenta estos factores, se podría concluir que, para aumentar las exportaciones mexicanas a EE.UU. en US$100 mil millones, sería necesario realizar inversiones anuales promedio de aproximadamente US$13.4 mil millones en los rubros mencionados durante los próximos 10 años. Esto representa el 13.4% del incremento en exportaciones al mercado norteamericano. Estos cálculos básicos demuestran que, con creatividad e ingenio, es totalmente alcanzable el máximo potencial que traerá el nearshoring. Para lograrlo, se requerirá una alianza entre el sector privado y los gobiernos estatales y federales, con esquemas de participación público-privada que faciliten la realización de tan ambiciosos proyectos.

La juventud de la población mexicana es una de las mayores atracciones para este momento histórico, ya que aún se encuentra en el bono demográfico. Sin embargo, este factor puede desaparecer con el tiempo ante los cambios demográficos en las nuevas generaciones. Por lo tanto, es crucial aprovechar esta oportunidad, ya que es posible que no volvamos a ver una reconfiguración de las cadenas de suministro globales en una o dos generaciones. Estamos llamados a la cita del desarrollo y depende de nosotros asistir.

Es urgente que cada uno de nosotros se ubique en el contexto de esta oportunidad y participe en el diseño de un país a largo plazo. Debemos influir participando electoralmente en las próximas elecciones presidenciales en 2024 y cuestionar a los pre-candidatos y aspirantes para que nos respondan con claridad sobre su plan de acción ante este histórico reto. Necesitamos a las personas más capaces para materializar esta cita con el desarrollo, la cual implica hacer lo correcto en el momento adecuado. No hay otra opción.

Suscríbete a Forbes México

Contacto:

El autor es Managing Director en Iskali Capital Group (ICG), Banca de Inversión basada en Washington DC, la cual está enfocada a proyectos de alto impacto de desarrollo en Mercados Emergentes. 

Autor: Gabriel España

Contacto: [email protected]

Twitter: @Gabriel_Espana

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/gabrielespana/

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Hacienda-crecimiento-financiero
Voltear a ver con optimismo es una fortaleza hoy en día
Por

La anunciada, pero no llegada crisis económica, que tras la quiebra de dos bancos: Silicon Valley Bank y Signature, desp...