Por Francisco Coll Morales* Vivimos en una sociedad donde casi todo el mundo dispone de un smartphone o una computadora personal. Con el auge del sector tecnológico y el mundo digital, podemos ver como hoy todo el mundo puede disfrutar de toda la información que precise en cuestión de minutos. Con un teléfono inteligente y conexión a internet, la información llega a cada persona en cuestión de minutos. Tan solo con tomar nuestro teléfono podemos acceder a cualquier página web, mandar un correo o trabajar en cualquier parte del mundo. Probablemente, navegando por internet, hayas visto como cada vez que accedes a páginas web o te descargas una aplicación, en ese mismo instante, tu teléfono se inunda de publicidad y de anuncios de diferentes empresas que ofrecen una serie de bienes o servicios sin que lo hayas solicitado. De hecho, en el caso de la navegación a través del móvil es mucho más común y vistoso, ya que, debido al reducido tamaño de la pantalla, respecto a la del ordenador, el anuncio suele cubrir casi todo el teléfono. Esta publicidad sale automáticamente cuando accedemos a cualquier página web, descargamos cualquier cosa o, simplemente, nos aparece sin más, por acceder a Google. No tenemos que pinchar en ningún lugar ni acceder a ninguna configuración para que esta publicidad nos sacuda la vista por todos lados. Aunque hoy estén los motores de búsqueda, una serie de herramientas que ayuda a identificar tus preferencias y tus intereses para ofrecerte una publicidad adecuada a ellos y que pueda resultar de tu interés, en muchos casos, la publicidad que aparece en tu pantalla va para nada relacionada con tus intereses y tus búsquedas en la red. Esta publicidad, en muchas ocasiones, hace que navegar por internet en un smartphone se convierta en una actividad bastante incómoda, ya que es solo acceder a descargarte una aplicación, ver un video en YouTube o acceder a ver una información en el periódico y tienes miles de anuncios que, sin pedirlo, te atacan con publicidad masiva. Para poner un caso concreto, hay juegos y aplicaciones en la App Store que te emiten un anuncio cada 5 segundos si deseas utilizarla gratuitamente, siendo la versión sin anuncios la que precisa del desembolso de una cuantía económica. Además, la propia plataforma de YouTube ha comenzado a ejercer esta misma política. Si deseas disfrutar de una cómoda estancia en internet, una navegación sin acosos y sin anuncios, por un pequeño desembolso económico tendrás un internet libre de anuncios. Observando estas nuevas políticas y observando el fin para el que se crearon los anuncios empezamos a pensar: ¿Estos anuncios están realmente programados para la captación de nuevos clientes, o es solo un bombardeo de anuncios con el fin de molestar y que termines comprando la versión Premium? Sea por la razón que sea, estos anuncios lo único que han generado en el usuario habitual de internet es una constante frustración y malestar por los anuncios y por las empresas que bombardean tu Smartphone y tu PC e incluso te lo saturan, llegando a ralentizarte el funcionamiento de tu terminal. Si el objetivo de poner anuncios en la red es la captación de clientes, ¿estamos haciendo una buena política de marketing y publicidad acosando a nuestros clientes con nuestros anuncios? ¿realmente este intrusismo genera una captación de clientes? Campañas publicitarias ineficientes Cuando una empresa decide iniciar una campaña de Marketing o decide crear una campaña publicitaria a través de los medios, esta debe ser consecuente con lo que publicita, la cantidad de anuncios que desea publicitar, el sector al que va dirigido y los canales por los que lo va a hacer. Una vez hecho esto, esta compañía debe llevar un absoluto control y seguimiento de toda la campaña, ya que en algún momento puede dejar de fallar y estaremos perdiendo nuestro dinero sin obtener nada a cambio. En mi opinión, las empresas deben de ser totalmente conscientes de lo que están haciendo cuando desean publicitar sus empresas en internet, ya que como comentábamos antes, un cliente, el cual ve como una empresa le “ataca”, literalmente, con anuncios y le genera una situación de malestar y agobio, lo último que va a hacer es acceder al anuncio por gusto o iniciativa personal. En algunas ocasiones puede ser que acceda, pero en la gran mayoría de los casos suele ser por equivocación, o, simplemente, por que ponen engaños ópticos que hacen que nos colemos en su página web y no podamos salir, es decir, nos atrapan en su web con el fin de que la visitemos. Si observamos las buenas prácticas publicitarias y de captación de clientes, posiblemente este “secuestro” en sus páginas con el fin de que veamos su producto no se incluiría en esas prácticas, además de que estamos, en muchos de los casos, forzados a ver anuncios por los propios desarrolladores de esas aplicaciones, que nos obligan a ver los anuncios para seguir utilizando su aplicación. Forzar al cliente a acceder a ver tu producto no es una buena práctica comercial, ya que como hemos dicho, muchas veces es la propia aplicación la que te secuestra y te retiene en el anuncio con el fin de que accedas. En algunas ocasiones, para nuestra sorpresa, hemos podido observar como los propios creadores de estos anuncios interactivos ponen engaños ópticos que simulen ser el cierre del anuncio, siendo una “X” falsa, redireccionándote a la página del anunciante en cuestión de segundos. Como dueño de una compañía, la solución a tus ventas no está en acosar a tus clientes con anuncios, de hecho, esto creará un impacto totalmente contrario al que realmente busca la compañía, ya que cuando el cliente vea el nombre de la marca, probablemente se acuerde de aquel anuncio que no paraba de molestarle cuando intentaba buscar un teléfono en internet y que incluso le obligó a reiniciar el teléfono, o, cuando tuvo que acceder a internet para llamar a un taxi y esta publicidad se interpuso en su camino y lo dejó sin la poca batería de la que disponía y que necesitaba para volver a su casa. Esto es un acoso por parte de las compañías que realizan este tipo de políticas comerciales, ya que una campaña comercial de este tipo solo generará frustración y cabreo en el cliente, como hemos comentado anteriormente, en lugar de un deseo de compra o de usabilidad. Si posees un producto y pretendes hacer una campaña de publicidad online, te recomiendo que lo pienses dos veces. ¿Te gustaría que tu marca o tu producto fuese recordada como la marca que solo molestaba a aquellos usuarios que deseaban hacer alguna acción en internet? Esta publicidad lo que hace es producir un efecto totalmente contraproducente en el cliente que, a priori, deseamos captar, generando un efecto de rechazo, justo el contrario al que deseábamos en un principio. Si pese a esto, sigues dudando sobre si la publicidad intrusiva en internet es la mejor opción, el mejor canal, para lanzar la campaña publicitaria de tu empresa o vender tu producto, acuérdate de aquella empresa que se introdujo en tu móvil y que te obligó a ver su anuncio, engañándote y forzándote a acceder a su página web. Realmente después de acordaste de esto, si te ocurrió y te molestó, ¿comprarías en este negocio? ¿utilizarías su app? ¿te sentiste cómodo con estos anuncios? ¿te llamó la atención la compañía? Si respondes a esta serie de preguntas, posiblemente te darás cuenta de que esta publicidad, estos canales han dejado de ser un canal de venta, pasando a ser un canal para forzar a las personas a adquirir el paquete Premium de la plataforma o aplicación. Lo que, a priori, era una publicidad provechosa y eficiente, ha pasado a ser una publicidad molesta e incómoda. Cuando pienses en hacer campaña publicitaria, piensa si quieres que tu campaña produzca un efecto agradable o incómodo en el cliente, ya que de esto dependerá tu captación y tus ventas. *Analista en Economipedia y Foro Económico Mundial, director de desarrollo de negocio de HAC Business School de Nueva York.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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