¿Sabías que la palabra “dinero” deriva del latín denarius, que era una moneda utilizada por los romanos para realizar actividades comerciales? Si bien no se sabe a ciencia cierta dónde comenzó a usarse el dinero o dónde se acuñó, hay distintas hipótesis.

Para el historiador griego Heródoto, la invención del dinero fue hecha por los habitantes de Lydia, un pueblo del Asia Menor ubicado en las costas del Mar Egeo, entre Grecia y Turquía, donde hacia el siglo VIII circulaban monedas hechas con una mezcla de oro y plata que tenían la imagen de un león, el cual era el símbolo del pueblo.

En China hay evidencia del uso y acuñación de monedas durante la dinastía Chou, que gobernó por cerca de mil años hasta el siglo III antes de Cristo. Y, de hecho, fue en China donde se usó por primera vez el papel moneda, lo que ocurrió en el Siglo IX después de nuestra era. En Europa, el papel moneda apareció de manera formal en el siglo XVI y su valor dependía de los depósitos en oro que poseía cada país que lo emitía.

En México, hasta antes de la conquista española, las mercancías se pagaban con semillas de cacao. También se intercambiaban otros productos por mantas de algodón, piedras de jade, plumas rellenas con polvo de oro, hierba mate y ganado. Las primeras monedas acuñadas por la Casa de México fueron de los años 1535 y 1821, y estaban hechas de plata con valor de cuatro, tres, dos, uno, medio y un cuarto de real. Se les conocía como Moneda de Carlos y Juana, por haberse acuñado durante el reinado de Carlos I y Juana “La Loca”.

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De la moneda a la tarjeta de crédito

En 1949 quedó registrada la invención de la tarjeta de crédito, a nombre de Frank X. McNamara, dueño de una empresa de crédito llamada Hamilton Credit Corporation. Frank inventó la tarjeta debido a un incidente en un restaurante, pues al olvidar su cartera, tuvo que llamar a su esposa para que le llevara efectivo y pudiera cubrir la cuenta.

Un año después había creado una tarjeta de pago que permitiera no cargar efectivo y que fuera aceptada en varios establecimientos. Diner’s Club fue el nombre de aquella primera tarjeta de crédito que al inicio solo fue aceptada en 14 restaurantes de Nueva York. Su éxito fue tan rotundo que 10 años después más de mil instituciones financieras empezaron a crear sus propias tarjetas.

La primera tarjeta de crédito de México y la primera en América Latina fue lanzada en 1968 por el Banco Nacional de México (Banamex) y se llamó Bancomático.

Desde su surgimiento, la posterior llegada del internet y más recientemente la explosión del comercio electrónico debido a la pandemia por COVID-19, los mexicanos han incrementado de forma exponencial el uso de sus tarjetas, tanto de crédito, como de débito.

Entre 2009 y 2014 el monto de las operaciones en comercio electrónico en México se sextuplicó, al pasar de 24.5 a 162.1 miles de millones de pesos. De acuerdo con un estudio de comercio electrónico realizado en 2015 por la AMIPCI (Asociación de Internet en la actualidad), para entonces existían 65 millones de internautas, de los cuales el 75% realizaron una compra de ecommerce.

Entre enero y marzo del 2015 las transacciones en comercio electrónico con tarjeta de débito o crédito fueron de 10.2 millones; al cierre del 2019 ya eran 12 veces más, es decir, 119.8 millones; y para 2020, se efectuaron alrededor de 3,499 millones de operaciones con las tarjetas de crédito y débito; el 16.6% de estas fueron a través de ecommerce.

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¿Qué hemos aprendido de esta evolución?

Luis Fabre Pruneda, vicepresidente técnico de la CONDUSEF, reflexionó en entrevista con +Dinero de Forbes México acerca de los cambios que hemos vivido en el sector financiero y social en los últimos tiempos:

“En la CONDUSEF hemos sido testigos privilegiados de la evolución del sistema financiero, pero especialmente de los usuarios del mismo. Para comprender los cambios más importantes que la tecnología ha producido es importante entender primero cómo cambiaron y continúan cambiando las necesidades de los usuarios. Aunque aúntodavía existe una amplia mayoría de la población que prefiere realizar sus pagos con dinero en efectivo, desde hace unos 15 años empezó la migración paulatina hacia los medios electrónicos comenzando por los cajeros automáticos, pagos en terminales punto de venta y posteriormente la banca electrónica y la banca móvil junto con las aplicaciones digitales para la realización de operaciones”, señaló.

Por cierto, ¿sabías que en 1939, Luther George Simjian, inventor estadounidense con raíces armenias, patentó el prototipo de una máquina que, colocada en la pared de un banco, permitiera realizar transacciones financieras? Pero fue hasta 1965 que el británico John Sheperd-Barron inventó un modelo de cajero automático, precursor de los cajeros actuales y en 1967 finalmente se instaló en una sucursal del Banco Barclays.

En México y América Latina, el primer cajero automático llegó a través de Banamex en 1972.

Por otra parte, la banca móvil —como servicio proporcionado por las instituciones bancarias a través de aplicaciones para dispositivos móviles que permite a sus clientes realizar operaciones y recibir información de sus productos y servicios financieros de manera remota— es usado por cerca de 1.8 millones de usuarios a nivel global, mientras que en nuestro país solo cerca de 17% de la población que tiene un smartphone lo usa para realizar operaciones bancarias, esto de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019.

Para Luis Fabre Pruneda, vicepresidente técnico de la CONDUSEF, la tecnología seguirá teniendo un rol fundamental para seguir incrementando los niveles de inclusión financiera en México. En su opinión, el uso de tecnologías financieras con el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), que comenzó a operar el 13 de agosto de 2004, seguirá predominando como el medio de pago más utilizado y conocido por la población; y  temas como la ciberseguridad, la identificación de clientes y la resolución de controversias serán primordiales en la agenda de las autoridades financieras, por lo que deberán atenderlos a fin de brindar certeza y seguridad a los usuarios que utilizan estas tecnologías para la realización de sus operaciones.

¿Tú cómo has vivido los distintos métodos de pago a través de los años?, ¿eres de los que se resistían a hacer movimientos a través de una app o más bien eres un entusiasta de la tecnología financiera? Como verás, este pequeño vistazo al pasado nos ofrece un panorama de las tendencias al momento de usar nuestro dinero.

Con información de la CONDUSEF.

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