La violencia de género también se encuentra en las redes sociales y la vía digital, donde la mayor parte de las mujeres entre 14 y 25 años han sufrido acoso y amenazas, citó Claudia Calvin, directora general del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales. “Es un tema al cual no se le da la importancia que amerita, pues muchas personas creen que, por ser algo virtual, no es real. La violencia online es real. Un complemento necesario de la tecnología es la educación, pues no se trata de sólo de contar con aparatos tecnológicos, hay que educar a la gente, para que su producción digital sea buena”, indicó en el marco del panel Diálogo sobre la inversión en las mujeres y niñas, realizado por ONU Mujeres, la Fundación Cinépolis y Forbes Latinoamérica. La también fundadora de Mujeres Construyendo, que promueve el empoderamiento del género femenino a través de las nuevas herramientas de tecnología, señaló que se trata de un problema que debe combatirse con educación. Lee también: “He sufrido violencia y hostigamiento”: representante de ONU Mujeres en México

Riesgo Latente

De acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), tener un nombre femenino en redes sociales implica posibilidades de sufrir entre 25% y 27% más violencia que si se usa un nombre masculino. “(Hay) que invertir en la agenda de género y la agenda digital, lo cual es importante porque a nivel internacional el acceso a las tecnologías de la información y al internet es desigual. La pobreza tiene rostro de mujer. Y las mujeres pobres tienen todavía menos acceso a dicha herramienta”, agregó. Afirmó que es necesario invertir en la participación de las mujeres en la educación tecnológica y el uso adecuado de las herramientas, pues ello permite a la sociedad vincularse a la nueva economía, permitiendo el empoderamiento y desarrollo. Puedes leer: La pobreza en México sigue teniendo rostro de mujer

 

Siguientes artículos

Bayer seguirá invirtiendo en Centroamérica por fortaleza cambiaria
Por

Para este año, la compañía tiene un objetivo de ventas de 450 millones de euros (mde) en Centroamérica y el Caribe.