La manufactura es uno de los sectores más importantes para el crecimiento económico de México, la Covid-19 ha impulsado su digitalización y automatización inteligente en los últimos años por el ausentismo laboral, pero el país aún va tarde en la carrera de esta revolución 4.0 y si quiere mantenerse como un destino para las industrias, debe acelerar la marcha.
Para este año, la Asociación de Tecnología para la Manufactura (AMT) estima una inversión en México de 3,500 millones de dólares, regresando los niveles prepandemia, pero se necesita que se apueste más a la transformación digital , principalmente las pyme para que pasen de lo tradicional a lo 4.0 y así aumentar su productividad.
“Tenemos que acelerar sin lugar a duda el paso, empezamos un poco tarde en el proceso de transformación digital en el país, de acuerdo con el Foro Económico Mundial somos considerados como un campeón de la manufactura de legado, es decir, hoy en día somos muy competitivos utilizando las tecnologías tradicionales, pero el futuro de la producción está basado en todas las nuevas tecnologías inteligentes digitales“, comenta David Carlos Romero Díaz, miembro del Consejo Consultivo de Expo Manufactura en entrevista con Forbes México.
Pero México no solo debe acelerar la adopción de la digitalización en la manufactura, también tiene que desarrollar su propia tecnología, así como la fuerza de trabajo que se requiere en las nuevas habilidades digitales, una oportunidad que se abrió con la pandemia y que seguirá en la era postcovid.
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“Price Waterhouse Cooper está estimando que la digitalización y automatización inteligente en la industria manufacturera contribuirá con 14% (15,000 millones de dólares) del PIB mundial para el 3030“, refiere Romero Díaz, quien también es profesor e investigador en Manufactura Inteligente en el Tecnológico de Monterrey.
En México para lograr una transformación digital más agresiva, hay que promover la inversión acompañada de políticas públicas, industriales, de educación, así como de ciencia y tecnología.
El papel de la Covid-19 y sus tres etapas
El especialista indica que en lo que ha sido esta cuarta revolución industrial 4.0 y el proceso de transformación digital de las empresas manufactureras en el contexto de la Covid-19, se puede hablar de tres grandes etapas:
La de precovid, donde el enfoque de la transformación digital estaba orientada hacia lograr espacios de trabajo mucho más productivos.
La de Covid, en el cual todas las tecnologías tanto colaborativas como vestibles denominadas ‘wearables’ (ropa, dispositivos, accesorios e implantes inteligentes) se están utilizando para transformar los ambientes de trabajo, de ser high touch (alto contacto físico), a ambientes de low or no touch.
“Durante la Covid fue como una revolución en todo el ámbito del famoso OHS, de la seguridad y la salud ocupacional de la mano con la productividad”, explica Romero Díaz.
Finalmente, la etapa postcovid, esta va a estar muy orientada a mantener esos estándares de salud y seguridad industrial para la fuerza de trabajo con la transformación digital y continuar con la tendencia que se traía de Covid de seguir explorando nuevos modelos operativos que permitan a las empresas manufactureras incrementar sus niveles de productividad.
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Hay que saber implementar la tecnología
Romero Díaz puntualiza que hay una mala idea de que la tecnología termina con empleos, “no podemos decir que el trabajo te lo quitó el robot o la inteligencia artificial, al contrario cambió la naturaleza de tu trabajo de ser uno individual a uno colaborativo, donde ese porcentaje que el robot o la inteligencia artificial te está asistiendo, eran tareas repetitivas, tediosas o peligrosas”.
Recalca que al final de cuentas todo para la transformación digital ha sido desarrollado e implementado por el humano y depende de este la estrategia que se seleccione para utilizar esas herramientas.
Que puede ir de: sí reemplazar al ser humano y ahí es muy importante cuestionarse: “¿por qué lo voy hacer? Si las tareas dentro de esos puestos de trabajo son peligrosas, desde luego vale la pena automatizarlas 100%“, dice el investigador.
“Hay otras tareas que requieren de más flexibilidad, las cuales es mejor mantenerlas de forma colaborativa, pero hay otras que no es idóneo automatizarlas o ser colaborativas, ahí lo que se tiene que hacer es mejorar las capacidades físicas y cognitivas de los operadores con la ayuda de la tecnología, particularmente de la vestible”, apunta.
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Una transformación digital en auge
La adopción de herramientas tecnológicas ha venido en aumento desde hace una década con la cuarta revolución industrial, refiere el académico que da unos datos que la digitalización en la manufactura está en auge.
La federación internacional de robótica informa que, por ejemplo, el stock de robots que incluyen los industriales, los colaborativos y móviles se han triplicado en la última década, pasando de poco más de un millón de robots en uso en 2010 a 3 millones en el 2020.
En el sector manufacturero, las principales industrias que hacen uso de las herramientas digitales colaborativas y vestibles son: metal-mecánica, plásticos, automotriz, aeroespacial y un poco la de dispositivos médicos.
Para dar una idea, en el informe mundial de robots de 2021, se dice que se emplean 126 robots por cada 10,000 empleados, cifra que se ha duplicado en los últimos cinco años, pues en 2015 la cifra era de 66 unidades.
“Tenemos que acelerar sin lugar a duda el paso en México, empezamos un poco tarde en el proceso de digitalización en la manufactura”, reflexiona Romero Díaz.
Un espacio para que las empresas vean las tendencias digitales, será la Expo Manufactura 2022 que se realizará del 15 al 17 de febrero en Monterrey.
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