Para Estafeta, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) tiene instalaciones y conexiones magníficas, por lo que no tiene problema para mudar sus operaciones carga y mensajería que tiene en el aeropuerto capitalino a esa terminal, sin embargo, para hacerlo necesita más tiempo que el contemplado por las autoridades, a fin de tener toda la infraestructura y logística resuelta para no afectar su modelo de negocio.

En entrevista con Forbes México, el director nacional de Operaciones de la empresa, Jesús García Ibarra, aclara que no tienen ninguna intención de ponerle el pie al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ni oponerse a un proyecto; de hecho, siempre han colaborado con la administración federal en otros temas, por ejemplo, en el de la Carta Porte, seguridad vial y movilidad, para que salgan beneficiado todos.

“No nos oponemos al AIFA, me parece un buen aeropuerto, evidentemente nos mueve una infraestructura que hoy tenemos y tenemos que hacer adecuaciones; si tú te cambias de casa no es fácil ni es gratis”, afirma.  

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Explica que lo que hace diferente a Estafeta en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) respecto a otras empresas es que sus operaciones aéreas forman parte de un sistema logístico de mensajería y paquetería único, ya que se trata de un hub donde llegan camiones que conectan a ciudades con las recolecciones que hacen cada día de mensajería y paquetería.

De acuerdo con el directivo, cuando un paquete baja del avión lo meten a un sistema de bandas que lo junta con las terrestres, desconsolidan y vuelven a consolidar para salir a distintos destinos, algo que no hacen las otras empresas cargueras.

García Ibarra detalla que la empresa opera cerca de 72,000 paquetes cada noche en el AICM, entre lo que llega de China, de otras ciudades por camión, lo que se recolecta en la capital del país y lo que llega de otros aviones; es decir, mueven paquetes de alrededor de 3,000 clientes.

“El AIFA tuvimos la oportunidad de conocerlo hace año y medio, cuando estaba iniciando el proyecto de la parte de carga y creo que tiene instalaciones magníficas, como almacenes fiscalizados, aduana, conexiones terrestres, me parecen magníficas, la semana pasada lo fuimos a ver, pero es justamente para que una empresa de carga baje sus contenedores y hace algún proceso muy específico sobre la carga completa”, detalló.

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Por ello, si bien están dispuestos a moverse del aeropuerto capitalino, requieren mayor tiempo al que se está estableciendo, a fin de ajustar sus redes logísticas, horarios, montar bandas, telescopios que conectan los camiones y sincronizarse con otros este proveedores de servicio, ya que dependen también de empresas de ecommerce.

En este sentido, precisa que las inversiones son para la red de infraestructura de Estafeta, además de asegurarse que la última milla funcione, ya que no pueden dejar de operar en el AICM mientras se van al AIFA, sino apagar un switch y prender otro de inmediato.

Al mudarse al AIFA, están a hora y media en tiempo real de cualquier distancia, lo que reduce su tiempo de reparto en la calles y eso los obliga a sumar más unidades para compensar esa situación.

“Hay un monto importante, aproximadamente entre 60 y 70 millones (de pesos) son para la infraestructura, las nuevas bandas transportadores, comprar los telescópicos que conectan las bandas con los camiones, la plataforma, la plancha, el almacén, las oficinas administrativas; los otros 40 millones de pesos son inversiones que tenemos que hacer en el gasto corriente y es anualizado, gasto operativo”, indicó García Ibarra.

La semana pasada, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) realizó una enmienda al anteproyecto de decreto que cierra las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y amplió 18 días a los 90 el plazo que tienen concesionarios y permisionarios para mudarse al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; en su comentario hecho a Conamer, Estafeta indicó que necesita 16 meses.

“Los concesionarios y permisionarios que proporcionen el servicio al público de transporte aéreo, nacional e internacional regular y no regular exclusivo de carga, con la excepción prevista en el presente decreto, cuentan con un plazo máximo de 108 días hábiles, a partir de la entrada en vigor del presente decreto, para reubicar sus operaciones fuera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ‘Benito Juárez’, señala la enmienda al artículo quinto transitorio del decreto aún no publicado.

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