La Ciudad de México quiere terminar con el analfabetismo y el analfabetismo funcional. Para ello, desde octubre y hasta marzo del próximo año desplegará una campaña de promoción de la lectura que se buscará establecer como permanente, bajo el nombre de Ciudad Lectora.

La estrategia fue diseñada entre el gobierno de la capital y el Fondo de Cultura Económica (FCE), dirigido por el escritor Paco Ignacio Taibo II, quien señaló que con esto se lanzan “a una de las guerras de mayor magnitud que ha conocido a este país en términos de promoción de la lectura”.

El plan está conformado por 22 acciones que incluyen, por ejemplo, ampliar la Feria Internacional del Libro del Zócalo a otras zonas de la ciudad, regalar libros a niños durante las fiestas decembrinas, formar clubes de lectura en las dependencias del gobierno de la ciudad, instalar salas de lectura en los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares).

En conferencia de prensa desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Taibo II detalló cada una de las acciones que conforman el plan de Ciudad Lectora. Por ejemplo, en la formación de libroclubes en oficinas y centros de trabajo del gobierno de la Ciudad de México, éstos serán dirigidos por los propios trabajadores, cuyo tiempo invertido en el fomento a la lectura será contemplado como parte de su jornada laboral.

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En por lo menos 60 colonias de bajos recursos se formarán brigadas de personas voluntarias para regalar libros durante las fiestas decembrinas en la “operación Santa Claus”, bromeó Paco Ignacio Taibo II.

El gobierno de la ciudad aportará los recursos para la impresión de los libros y el FCE, el trabajo editorial.

Algunos de los títulos que se regalarán son: Travesuritis aguda, de Rafael Barajas “El Fisgón”; Martha y las princesas voladoras, de María Baranda; Este era un lápiz, de Antonio Granados, y A lucas le sale todo mal, de María Luisa Puga.

En los Pilares cuya infraestructura lo permita se instalarán salas de lectura, que serán atendidas por monitores que vivan en la misma colonia donde se ubique el centro cultural.

Se habilitarán tres “librobuses” con rutas permanentes en la Ciudad de México, que entre semana promoverán la lectura en escuelas y en fin de semana visitarán parques y espacios públicos en las distintas colonias y barrios de la capital.

A las librerías de escasos recursos afectadas por la crisis económica generada por la pandemia de Covid-19, el FCE les otorgará un acervo de libros para su venta y la Secretaría de Economía les ofrecerá créditos para la reactivación de sus negocios.

De la mano de la brigada Para Leer en Libertad, se extenderá la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México a otras colonias y barrios.

Además, se culminará este año con la entrega de 21 libros sobre diversos temas, entre ellos de historia nacional, a personal médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La colección del FCE llamada “Vientos del pueblo” repartirá 40 mil ejemplares en una colección llamada “Vientitos del pueblo”.

Como hoy ya se hace en los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH), escuelas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y en escuelas normales, se harán campañas de promoción de la lectura en el Instituto de Educación Media Superior del Gobierno de la Ciudad y también se invitará a sumarse a otras escuelas y universidades privadas.

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A través de 150 módulos de voceadores que se renovaron en el Centro Histórico se consolidarán minilibrerías del FCE, lo mismo que en algunos espacios dentro del Metro de la Ciudad.

Junto con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), se identificarán los puntos más críticos en términos de analfabetismo y analfabetismo funcional para atenderlos con campañas de promoción de la lectura.

El FCE y el Gobierno capitalino desplegarán una convocatoria para que los jóvenes voluntarios que se inscriban sean capacitados en acciones de fomento de la lectura en parques, jardines y plazas públicas.

“Convocaremos también a activistas sociales que hoy ya hacen ese trabajo”, dijo Paco Ignacio Taibo II.

Como parte del plan también se promoverá la lectura en las zonas rurales del sur de la Ciudad de México.

A legisladores federales y locales de la Ciudad de México se les pedirán aportaciones económicas para el costeo de la campaña de Ciudad Lectora y se les sumará para que desde sus módulos de atención ciudadana puedan promover la lectura.

En la Central de Abasto, unidades habitacionales, explanadas de las alcaldías y grandes parques públicos de la Ciudad se harán intervenciones especiales de promoción de la lectura.

“Si esto empieza a funcionar, si sale en el nivel en el que pensamos, yo creo que podemos terminar en marzo del próximo año con miles de libroclubes, salas de lectura y una dinámica permanente, de continuidad. Nace en octubre del 2021 y se extenderá hasta marzo de 2022 y los restos de la campaña ya se convierten en trabajo permanente y continuidad”, apuntó el director del FCE.

Por su parte, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, adelantó que se hará promoción del plan de Ciudad Lectora desde la aplicación para teléfonos móviles App CDMX y desde el portal institucional de la Secretaría de Cultura para que las personas que se interesen en ser voluntarias puedan tener acceso a toda la información relacionada con la campaña.

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