La manifestación para recordar los seis años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa arribó al Zócalo capitalino alrededor de las 18 horas, lugar que estaba ocupado por el campamento de protesta en contra de la gestión de Andrés Manuel López Obrador y un grupo de personas que insultaban a los ocupantes de las casas de campaña y gritaban consignas en apoyo a AMLO.
Aunque estos tres grupos abarcaron la plancha del Zócalo, no se mezclaron, no se enfrentaron e incluso parecían tener muy poco en común.
La marcha por la desaparición de los alumnos de la Normal Rural Isidro Burgos en Ayotzinapa estaba conformada en su mayoría por normalistas de diferentes estados del país. Hombres y mujeres de rostros jóvenes y morenos que acompañaron en esta caminata anual que encabezan los familiares de los 43.
Gritaban que la “lucha sigue y sigue”, los nombres de los desaparecidos, exigían la presentación de los alumnos con vida y reclamaban los inexistentes avances de las investigaciones de la Comisión para la Verdad Ayotzinapa.
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Desde el Ángel de la Independencia en Avenida Reforma hasta la Plaza de la Constitución, la atención se enfocaba en las consignas por la presentación con vida de los estudiantes y justicia para los fallecidos en los ataques del 26 de septiembre de 2014.
Al arribar a la plancha del Zócalo, los manifestantes esquivaron el campamento del Frente Nacional ANTI-AMLO (frenaaa), que estaba protegido por vallas y elementos de del cuerpo de la policía de la Ciudad de México.
Ningún integrante de FRENAAA abandonó la zona cercada del ordenado campamento, que también estaba rodeada de simpatizantes del presidente que los insultaban.
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Eran pocos los que asomaban la cabaza fuera de la tienda de campaña, pero aquellos que sí se podían ver ignoraban los gritos e insultos que llovian desde afuera del perimetro de seguridad.
Los airados simpatizantes de López Obrador portaban mantas, figuras de peluche con la imagen del ejecutivo Federal y gritaban consignas de apoyo a la Cuarta Transformación, sin embargo, no gastaron gritos en apoyar a los recién llegados al Zócalo que clamaban justicia por la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa hace seis años.
