Oaxaca, uno de los estados con más rezagos económicos y sociales de México, no sólo tiene que combatir la pandemia de coronavirus con altos índices de pobreza, también debe enfrentar las consecuencias de los terremotos de septiembre de 2017, a las cuales se añadieron los impactos del sismo de este martes.
La mañana de ayer se registró un sismo de 7.5 grados en la escala de richter con epicentro en Oaxaca, aunque se sintió en varias entidades del país como la Ciudad de México.
El impacto de un siniestro como este es mayor para la región oaxaqueña cuando se tienen condiciones sociales y económicas precarias, sobre todo con la poca evidencia de reconstrucción que hubo tras los movimientos telúricos de hace casi tres años, detalló Saúl Arellano Almanza, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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En entrevista para Forbes México, refirió que en algunos de los municipios del estado, más del 80% de las viviendas están construidas con láminas de metal o asbesto, como es el caso de Santiago del Achiguris o Santa María, lo cual denota un alto grado de vulnerabilidad.
De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de 2018, el 66% de la población en Oaxaca vive en pobreza, el 23% en pobreza extrema, el 2.6% es vulnerable por sus ingresos y el 22.5% tiene carencias sociales.
“Con la pandemia esto se va a incrementar. Entre las poblaciones indígenas la pobreza alcanza el 90%, pero si le añadimos la vulnerabilidad, 97 de cada 100 indígenas son pobres o vulnerables”
“Esto da un panorama de enorme vulnerabilidad, además que Oaxaca, Guerrero y Chiapas están 40% debajo de la media nacional en disponibilidad de médicos e infraestructura de salud”, indicó el experto desarrollo social y económico.
El gobierno oaxaqueño refirió que, al corte de la noche de este martes, tienen reporte de 6 personas fallecidas a causa del sismo, así como algunas afectaciones menores en algunos nosocomios como el Hospital del IMSS en Huatulco, el de Especialidades de valles, así como en 15 centros de salud.
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Sin embargo, el titular del Ejecutivo local, Alejandro Murat, detalló que todos los hospitales del estado están trabajando para atender a los enfermos de covid-19 y de otros padecimientos.
Refirió que también hubo daños en tres carreteras federales y cinco estatales, así como en un puente de la región; en tanto, todos los derrumbes fueron liberados, por lo que garantizó el acceso en todas las vías.
Reportó que se tienen conocimiento de 500 viviendas afectadas, aunque seguirán trabajando para contar con datos más certeros; asimismo, hubo repercusiones en cuatro escuelas y en 55 monumentos históricos, de los cuales cuatro son zonas arqueológicas
“Las tareas de la refinería de Salina Cruz fueron pardas y el incendio fue controlado en su totalidad. No existe alerta de tsunami y solo incrementó en 110 centímetros la marea de la costa”.
Al respecto, Arellano Almanza explicó que más adelante se verá el nivel de afectación que hubo en el estado, al igual que cómo se afectó la disponibilidad de camas para atender a pacientes de coronavirus, aunque es algo difícil de calcular porque hay zonas de acceso complicado a los servicios de salud.
“No sabemos en realidad de qué magnitud es la pandemia en estos momentos en Oaxaca, en localidades con menos de 200 habitantes y a muchos kilómetros de una clínica, no se puede saber si hay casos de covid porque no hay acceso a un médico.
“En una localidad del Istmo o de la sierra, donde caminas 24 horas para ir a una clínica, en el 50% de estos centros no hay báscula, termómetro y estetoscopio. Bajo esas condiciones y en esas clínicas, esta población es altamente vulnerable al covid 19”, aseveró.
Las últimas cifras del Coneval apuntan que 76% de los oaxaqueños no cuenta con seguridad social y el 16% no tiene acceso a los servicios de salud.
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En tanto, la Secretaría de Salud federal informó este martes que Oaxaca se encuentra en el sitio 14 del número de infectados de covid-19, puesto que suma un acumulado de 4,224 casos confirmados y 496 defunciones.
Por su parte, el gobierno local indicó que para el ocho de junio, contaban con 54.1% de disponibilidad en las camas para atender pacientes que requieran atención de especialidad.
Sin embargo, un estudio de la UNAM refiere las zonas más alejadas del país presentan un desfase en las etapas de la pandemia, puesto que su difícil acceso ha retrasado el impacto de la enfermedad, por lo que presentan un alto grado de vulnerabilidad ante la pandemia por su déficit de infraestructura.
“La mayor vulnerabilidad se concentra por ello en los municipios más marginados del país, en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, donde el acceso a servicios de salud es limitado, en la Huasteca Veracruzana y Poblana, así como en el sur de Durango, Sierra Tarahumara y en Yucatán”, refiere la investigación.
Aunado a ello, el Coneval también señala que el 58% de los habitantes de Oaxaca carecen de servicios básicos de la vivienda, como el agua potable.
En ese sentido, Arellano Almanza asegura que este indicador complica todavía más la manera en que las personas le pueden hacer frente a la pandemia, sobre todo cuando las recomendaciones sanitarias requieren del líquido vital para realizarse.
