Reuters.- Venezuela lanzó este martes su criptomoneda llamada Petro, con la que el gobierno de Nicolás Maduro busca paliar el colapso económico que vive el país sudamericano, pese a que expertos han advertido que es poco probable que atraiga una inversión significativa. El presidente espera que el Petro le permita a Venezuela sortear las sanciones impuestas por Estados Unidos en medio del derrumbe de la moneda local -el bolívar- a mínimos históricos conjuntamente con hiperinflación y recesión. Líderes de la oposición sostienen que la venta de la moneda virtual constituye una emisión ilegal de deuda puesto que no fue aprobada por el Parlamento de mayoría opositora, mientras que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha advertido que puede violar las sanciones impuestas el año pasado. La página oficial del Petro publicó el martes una guía para la apertura de una billetera electrónica, pero no dio el link para poder hacer esa operación. Tampoco aportó información sobre cómo operará en el mercado. Puedes leer: Venezuela espera que incluso estadounidenses compren su criptomoneda Las primeras operaciones serán mediante una oferta privada, adelantó Maduro recientemente sin dar detalles. El superintendente de las criptomonedas de Venezuela, Carlos Vargas, dijo la semana pasada que el Gobierno espera atraer a inversionistas de Qatar, Turquía, así como de países del Medio Oriente, Europa y Estados Unidos en la preventa de su moneda digital. El valor total de la emisión de petros de 100 millones de tokens es equivalente a unos 6,000 millones de dólares, según los pocos detalles dados por Maduro. No se ha dado información sobre el precio en la que arrancará el martes. Cada tokens estará respaldado por un barril de petróleo venezolano, dijo el presidente en días recientes. Lee: Estados Unidos golpea a la criptomoneda de Maduro En el pasado, asesores del gobierno le recomendaron a la administración vender el 38.4% de los petros en una emisión privada y con un descuento de hasta un 60%. Maduro asegura que su gobierno es víctima de una “guerra económica” encabezada por opositores con la ayuda del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Las sanciones impuestas el año por Washington impiden que bancos e inversionistas de Estados Unidos adquieran nuevas emisiones de deuda del país miembro de la OPEP, lo que le impide conseguir nuevos préstamos o refinanciar su deuda existente. Te recomendamos:
¿Qué es la fiebre del Bitcoin (y cómo evitarla)?

 

Siguientes artículos

AMIA choca con Guajardo por propuesta de reglas de origen
Por

El presidente de la agrupación aseguró que la industria automotriz mexicana mantiene su oposición a los ajustes a estas...