El presidente Andrés Manuel López Obrador cambia cuando se dirige a sus gobernados.
La plaza pública lo transforma y lo envalentona, la vacuna Patria estará lista para el próximo año, cuando solo hace unos meses había prometido que para este diciembre el fármaco estaría listo para los mexicanos y países latinoamericanos.
Lo cierto es que según datos oficiales, la primera fase de la vacuna arrojará resultados hacia el primer trimestre del año.
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El pueblo se le entrega, se vuelca a manifestar su apoyo, o al menos así lo dejaron ver las 250 mil personas que llegaron al Zócalo y calles aledañas para celebrar los 3 años del gobierno de la Cuarta Transformación, según el dato del gobierno de la Ciudad de México.
Al viejo estilo de los gobiernos del PRI, los líderes de Morena en entidades como Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Jalisco y Tabasco movilizaron a miles de simpatizantes.
Durante tres horas, Paseo de la Reforma y las calles del Centro Histórico se convirtieron en un enorme estacionamiento para cientos de autobuses procedentes de toda la República.
“La convicción se lleva, pero tampoco somos ajenos a que hay que comer y si nos apoyan con el desayuno y la comida, andamos bien y de buenas”, dijo el señor Horario Ortega, de Chimalhuacán.
Él, al igual que otros de sus vecinos, caminó por más de un kilómetro para llegar a los alrededores del Zócalo.
Traía una camisa de organización social #QueSiga, la cual reúne firmas para pedir la realización de la consulta de revocación de mandato.
“Deja tu firma, hermano, que siga este presidente humano”, gritaba a los transeúntes que caminaban por Reforma.
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Sandra Fernandez, tuvo que caminar descalza ya que no aguantó sus zapatillas para sortear el cierre desde Hidalgo hasta la glorieta de Cuitláhuac.
“Estoy acostumbra a las marchas, la de AMLO me molesta porque todos los días es lo mismo, no hay nada nuevo. Ningún avance y por qué cerrar las avenidas para un discurso en el Zócalo”, reprochó.
El presidente se desvivió en asegurar que el Ejército es pueblo uniformado y que ha comenzado a bajar la violencia, pese al alza que se registra en la tasa de homicidios dolosos en 22 municipios de los 50 más peligrosos.
Héctor Salomón vino desde Ciudad Juárez, Chihuahua. Ese municipio es uno de los cinco más peligros del país. Aunque está en contra de la violencia, apoya que el Ejército se haga cargo de la seguridad.
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“Si no hay más de donde hacerme, mano, hay que aceptar, el punto es andar en unidad con el liderazgo de López Obrador”, sostuvo.
El tabasqueño sostuvo que su gobierno ha contribuido a borrar la desconfianza de la sociedad hacia las Fuerzas Armadas, ante lo que consideró como decisiones perversas de las administraciones pasadas.
Al final, dijo Héctor, ahora el pueblo tiene la decisión de quitar o no a su presidente y confía en que él podrá continuar dado su esmero por mejorar al país.
Su única queja es que el viernes tendrá que trabajar “en serio” y a las 19:13, cuando aún no abordaba su autobús, y le esperan más de 15 horas de viaje.
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