Por primera vez una vacuna contra el VIH llega a fase tres de investigación. Se trata del Proyecto Mosaico, liderado por la Red de Ensayos de Vacunas contra el VIH, con sede en Estados Unidos, en el que participa la Ciudad de México, Guadalajara y Mérida. También forman parte del estudio Argentina, Brasil, Italia, Perú, Polonia, España y el propio Estados Unidos.

En la Ciudad de México el trabajo es coordinado por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, y la investigación se realiza en la Clínica Especializada Condesa Iztapalapa Dr. Jaime Sepúlveda Amor, donde 75 personas colaboran con el ensayo clínico, cuyos resultados podrían estar listos en 2024.

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La Secretaría de Salud informó que “es la primera vez que una vacuna experimental contra el VIH llega a fase 3 en casi 40 años de pandemia. Las primeras dos fases han dado resultados esperanzadores en primates y humanos”, por lo que los resultados son prometedores y hay optimismo en la comunidad médica de todo el mundo.

Actualmente colaboran 75 personas y se espera que su número pueda ascender hasta un total de 150 voluntarios, informó este lunes la Secretaría de Salud de la Ciudad de México. El Proyecto Mosaico está dirigido a hombres y personas trans que tienen relaciones sexuales con hombres y/o personas trans. “Si Mosaico demuestra que el estudio de la vacuna desarrollada por Janssen funciona, será un gran paso en la prevención del VIH”, destacó la dependencia.

Cómo funciona

De acuerdo con la Secretaría de Salud capitalina, el protocolo tiene una duración de dos años y medio e implica que los voluntarios asistan a revisión un total de 14 veces a lo largo de todo el periodo. “Parte fundamental del proceso es el consentimiento informado de los participantes, toda vez que deben aceptar someterse a una prueba de VIH, que deberá ser negativa como parte de los criterios de inclusión”.

A las personas voluntarias también se les realizan pruebas de detección de otras infecciones de transmisión sexual como hepatitis B y C, clamidia, gonorrea y sífilis, que atiende la clínica. “Se trata de un paquete de prevención integral; detección, atención y tratamiento de ITS que incluye dotación de condones y lubricantes”.

Las personas que son seleccionadas para participar en el proyecto Mosaico reciben la primera dosis de la vacuna experimental de manera inmediata, la segunda a los tres meses, la tercera a los seis y la cuarta y última al año. En los primeros 12 meses se completa el esquema de vacunación.

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En el segundo año y medio siguientes ya no se aplica el biológico, pero se monitorea la seguridad de los voluntarios a quienes se aplica la vacuna. Hasta ahora, en ninguno de los centros de investigación en el mundo se ha reportado una reacción adversa grave o inesperada.

“Durante el tiempo que dura el estudio se brinda consejería para la reducción de prácticas de riesgo por vía sexual y se realizan pruebas para conocer el efecto de la vacuna experimental en el sistema inmunológico, tanto en las células de defensa y anticuerpos”, explicó la dependencia.

La investigación se lleva a cabo en las instalaciones de la Clínica Especializada Condesa Iztapalapa debido a la infraestructura y dimensiones con que cuenta, así como por la convocatoria comunitaria de población en riesgo de adquirir VIH y que es usuaria de sus servicios.

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