Hay que ser justos, pero son muchos para entrar en un titular: Mariah Carey, Cher, Lenny Kravitz, la fallecida Sinead O’Connor, Ozzy Osbourne, el llamado ‘príncipe de las tinieblas’ del heavy metal son algunos de los nominados de 2024 al Salón de la Fama del Rock & Roll, la amplia red musical que este año deslumbra con una sabia elección del pop-soul de Sade y los británicos Oasis.
“Siguiendo con el verdadero espíritu del rock ‘n’ roll, estos artistas han creado sus propios sonidos que han impactado a generaciones e influido en innumerables otros que han seguido sus pasos”, dijo John Sykes, presidente de la Fundación del Salón de la Fama del Rock & Roll, en un comunicado de prensa de la organización.
Ozzy Osbourne, que llevó a muchos padres en la década de 1980 a aferrarse a sus crucifijos con sus imágenes diabólicas y su música a pura distorsión, recibe el visto bueno como solista, después de haber estado oportunamente nominado con Black Sabbath, el grupo que lo hizo famoso.
También fueron nominados el dúo de hip-hop Eric B. & Rakim, los rockeros de Foreigner, el cantante y guitarrista Peter Frampton, los alternativos Jane’s Addiction y Dave Matthews Band, y los íconos del disco, Kool & the Gang.
Vale decir que diez de los 15 nominados están en la lista por primera vez, Carey, Cher, Foreigner, Frampton, Kool & the Gang, Kravitz, Oasis, O’Connor, Sade y Osbourne.
Sade, una de las grandes sorpresas de la lista de nominados que incluyen solo a los más vendedores artistas, cuyos éxitos de los años 80 incluyen “Smooth Operator” y “The Sweetest Taboo” y “Paradise” entre un torrente de brillantes canciones, está pasando por un momento de esplendor por su ‘revival’ en las redes sociales, fue incluido desde el año pasado en el Salón de la Fama de los Compositores.
Pero hablemos de Sade en masculino, porque Sade es parte del apócope del nombre de su cantante, Helen Folasade Adu (en yoruba: Fọláṣadé Adú), nacida en 16 de enero de 1959, que le dio el nombre a la banda integrada además por los excelentes compositores Paul Spencer Denman (bajo), Andrew Hale (teclados), Stuart Matthewman (guitarra y vientos).
Sade, por momentos pareciera tratarse de la banda soporte de la brillante Sade Adu, como ha decidido llamarse es su faceta artística, pero resulta que si usted observa los créditos de las canciones, corresponden al grupo en sí.
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Salón de la Fama del Rock & Roll nomina sorpresivamente a Sade, junto a Oasis y Ozzy Osbourne, entre otros
El hecho que en todas las portadas de sus álbumes apareciera la cara de la cantante oriunda de Nigeria, y que la banda haya salido al estrellato en 1984 con su icónica frontman, por su única voz, y especial timbre inspirado en los discos que pasaron por sus manos de joven, de entre otros, Nina Simone, Peggy Lee y la brasileña Astrud Gilberto, no significa que la responsabilidad del tardío pero merecido suceso de Sade, sea exclusivamente suyo.
Un poco de historia: originales de de Londres, los Sade han conservado la misma formación desde sus inicios en 1982: Sade Adu en voz, junto con al tecladista Andrew Hale, el bajo de Paul Spencer Denman (de célebres líneas como “Cherry Pie” o “Paradise” y el saxofonista Stuart Matthewman, a quien se le atribuye “The Sweetest Taboo”.
Su álbum debut de 1984, Diamond Life, lanzó a la banda a la estratosfera, por música y concepto lujoso a los oídos, vendiendo diez millones de copias y ganando un Grammy al Mejor Artista Nuevo. El suave romance de “Your Love Is King” y la conmovedora “Smooth Operator” eran embriagadoramente frescos y sonaban como nada más en ese momento.
Su álbum posterior, Promise, no hizo más que ratificar la calidad del primero, mostrando el rango vocal y la profundidad emocional de Adu y la brillante calidad de sus compañeros en toda clase de arreglos musicales y lineas rítmicas excelsas.
Norotundamente, pero de a poco, la calidad de los álbumes de Sade encontraron un hogar en la radio FM, particularmente en el formato nocturno junto a canciones de Smokey Robinson, Luther Vandross y Anita Baker y por supuesto en el fino oído de sus admiradores que con el tiempo, los fueron descubriendo.
Para sus devotos fans -entre quien suscribe-, la música de Sade sigue siendo la banda sonora de la fuerza, la intimidad y el autodescubrimiento; en particular, las historias de sobre autoempoderamiento resuenan fuertemente para las mujeres de color en todo el mundo.
Y qué decir de los artistas contemporáneos que adoran a Sade: tanto Beyoncé como Drake se refieren a ella como su musa, y su influencia es visible en el aura enigmática de Lauryn Hill, las vibraciones sensuales del otrora Maxwell y la destreza vocal de Adele.
Adu es un ícono con su combinación de sofisticación y simplicidad, lo que hace que la música de Sade sea instantáneamente reconocible y atemporal. Reconoces una canción de Sade cuando la escuchas, pero no sólo oyes a Sade, sino que sientes a Sade, al bajo, a sus teclas, el saxo ‘sexual’ y la calidad, como corolario e hilo conductor de una nominación más que merecida.
Vale decir que los nominados serán votados por más de 1,000 artistas, historiadores y profesionales de la industria musical. Los fanáticos pueden votar en línea o en persona en el museo, y los cinco mejores artistas elegidos por el público conforman una “boleta de fanáticos” que se contará junto a las profesionales.
El año pasado, Missy Elliott, Willie Nelson, Sheryl Crow, Chaka Khan, el creador de “Soul Train” Don Cornelius, Kate Bush y el fallecido George Michael, fueron algunos de los artistas que ingresaron al salón.
Finalmente, hay que agregar que los artistas nominados deben haber lanzado su primera grabación comercial al menos 25 años antes de ser elegibles para su admisión y que la ceremonia de juramento e inducción se llevará a cabo en Cleveland (EU) este otoño.
Con información de Wikipedia y Rock & Roll Hall of Fame.
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