El estrés financiero se define como la angustia, la ansiedad y la presión ante una situación económica llena de incertidumbre y de dificultad económica, misma que roba energía y tiempo. Las principales causas de este mal son el sobreendeudamiento, la falta de ingresos para cubrir los gastos cotidianos o la incapacidad para ahorrar, entre otros. Esta situación impacta la salud de las personas, así como en su rendimiento laboral.

¿Cómo saber que el estrés financiero se ha convertido en parte de tu vida?

El estrés financiero provoca alteraciones en la salud, como presión arterial, ansiedad, problemas para conciliar el sueño o depresión. También es un factor que predispone a la adicción al alcohol o las drogas. 

Cualquier persona es sensible a padecer estrés financiero en mayor o menor medida pero algunas señales de que el problema se agudiza en ciertas personas son las siguientes señales:

1. Sueles pedir dinero prestado cuando sales con tus amistades
2. Apenas llegas con dinero a fin de mes o llegas en ceros
3. Piensas 24/7 en el tema del dinero
4. Sueles hacer cuentas de tu salario a lo largo del día
5. Revisas de manera constante tu aplicación bancaria, casi diario
6. Te la vives esperando a que llegue la quincena
7. Evitas salir con tus amistades por miedo a gastar
8. Sueles reducir gastos necesarios
9. Te atrasas en el pago de créditos o servicios
10. Utilizas la tarjeta de crédito para gastos diarios como en el Oxxo o tiendas
11. Gastas más de lo que tu presupuesto te permite
12. Buscas un trabajo adicional
13. Pagas un crédito con otro

Si presentas la mayoría de estas señales, quizá estás pasando muy mal tus días debido al estrés financiero. Este 2023 es el gran momento de poner manos a la obra y combatir la situación. Tu plan de acción debe de incluir un importante cambio de hábitos financieros. Toma nota, si comienzas a aplicarlos, tu estrés financiero se reducirá de manera considerable.

Define el plan de acción: Tener una meta reduce el estrés, ya que da un sentido y orientación a las cosas por hacer. Para esto es importante reconocer tu fuente de endeudamiento. Analiza en qué gastas el dinero, qué gastos se pueden reducir y cómo. Es frecuente en estos casos encontrarse con compradores o gastadores compulsivos.

A propósito de esto, te sugerimos leer: Tipos de compradores compulsivos y cómo superar esa adicción

Aprende a presupuestar: No tener un presupuesto o registro de los gastos te hará perder tiempo y dinero. El presupuesto muestra cuánto dinero tienes disponible y para qué. 

Esto te ayudará: Presupuesto para principiantes

Identifica tus deudas: Tal vez le debas dinero al banco, a la tarjeta de crédito, a tiendas comerciales y a tus familiares o amistades. Analiza y clasifica, estableciendo un orden de deudas. Puedes empezar por liquidar la deuda más pequeña y así continuar con las demás, o bien, por la deuda con el pago de intereses más alto y seguir así hasta que acabes con todas.
Si tus deudas son con familiares y amigos, trata de hablar con ellos y exponles que no estás pasando por un buen momento económico y pídeles un poco más de tiempo para pagarles o tratar de negociar un plan de pago donde vayas saldando tu deuda poco a poco, pero nunca olvides ni dejes de pagarles.

Gasta cuidadosamente: Antes de comprar algo pregúntate si realmente es necesario. Te sorprenderá descubrir la cantidad de gastos que se pueden evitar, como los gastos hormiga. Concéntrate solo en lo necesario y en lo que realmente te alcanza para pagar con tu salario.

Es importante que aprendas esto: Deuda mala vs deuda buena ¿cómo identificarlas?

Reduce el uso de crédito: El crédito no es malo, pero todo lo que se pide prestado se debe devolver. No compres a crédito para satisfacer necesidades básicas como comer o vestirte, la regla de oro para el uso del crédito siempre será que adquieras a crédito solamente los productos cuya vida útil sea mayor al plazo de las mensualidades que tienes para pagarlo, por ejemplo los electrónicos y electrodomésticos. También busca que las compras a crédito sean a meses sin intereses.

¡Ojo, esto lo tienes que leer antes de irte!: Cómo pagar 0% de intereses en tu tarjeta de crédito

Conoce tu capacidad de pago: Esto implica que ninguna deuda que adquieras o la suma de todas ellas, no deberán rebasar más del 30% de tus ingresos recurrentes.

Arma tu fondo de emergencia: Esto te dará seguridad ante eventualidades y te liberará del estrés financiero, del dinero que ahorres procura siempre destinar un porcentaje pequeño a este rubro. Recuerda que tu fondo de emergencia es necesario para cubrir los gastos de una eventualidad inesperada como una enfermedad o un despido. Lo ideal es que tu fondo de emergencia cubra cuando menos un mes de tu salario o la cantidad ideal es que fuera de tres meses de tu sueldo.

No descartes estas recomendaciones por considerarlas imposibles, empieza según tus posibilidades y avanza poco a poco. Terminar con el estrés financiero que te agobia no sucederá de la noche a la mañana, pero los hábitos que desarrollarás te beneficiarán de aquí en adelante. 

Con información de CONDUSEF

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