Las conversaciones entre el sindicato United Auto Workers y los tres fabricantes de automóviles de Detroit se reanudaron el sábado, un día después de que el sindicato iniciara sus primeras huelgas simultáneas en tres plantas automovilísticas estadounidenses.
El acuerdo laboral de cuatro años entre el sindicato y General Motors, Ford Motor y la matriz de Chrysler, Stellantis, expiró el jueves.
Stellantis anunció el sábado que había aumentado su oferta, proponiendo incrementos acumulativos de casi el 21% a lo largo de cuatro años y medio de contrato, incluido un alza inmediata del 10%.
GM y Ford también ofrecen alzas salariales del 20% en el mismo periodo.
Las huelgas, que marcan la acción laboral más ambiciosa de Estados Unidos en décadas, han detenido la producción en tres plantas que fabrican el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros modelos populares.
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Las compañías dicen que necesitan contratos competitivos en costos debido a la necesidad de gastar miles de millones de dólares para hacer la transición a los vehículos eléctricos (EV), mientras que los trabajadores señalan que los fabricantes de automóviles estadounidenses han disfrutado de beneficios robustos en la última década y habían aumentado los salarios de los CEO en 40% en promedio desde 2019.
El viernes, Ford dijo que estaba despidiendo indefinidamente a 600 trabajadores en una planta de Michigan debido al impacto de la huelga en la planta, que fabrica el SUV Bronco, y GM aseguró a unos 2,000 trabajadores en una planta de automóviles de Kansas que su fábrica probablemente se cerraría la próxima semana por falta de piezas, derivada de la huelga de una planta cercana de Misuri.
Sindicato acusa presión para aceptar acuerdo débil
El presidente de la UAW, Shawn Fain, calificó los informes sobre los despidos previstos de trabajadores no huelguistas como un intento de los fabricantes de automóviles de “presionar” a los miembros del sindicato para que acepten un acuerdo más débil.
“Su plan no funcionará”, afirmó Fain en un comunicado. “Nos organizaremos un día más que ellos y llegaremos hasta el final para conseguir justicia económica y social en las Tres Grandes”.
El sindicato exige salarios más altos, semanas de trabajo más cortas, la restauración de las pensiones con prestaciones definidas y una mayor seguridad laboral a medida que los fabricantes de automóviles hacen el cambio hacia los vehículos eléctricos.
Stellantis dijo que está ofreciendo más de 1,000 millones de dólares en mejoras de la seguridad de la jubilación y otros aumentos de las prestaciones.
Con información de Reuters
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