El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, renunció este viernes a su cargo, luego de presentar su dimisión al presidente Donald Trump, en protesta por el nombramiento de Anthony Scaramucci como el nuevo jefe de Comunicaciones del Gobierno. De acuerdo con el diario The New York Times, el mandatario ofreció a Scaramucci, quien recaudó de fondos para la campaña de Trump, el cargo alrededor de las 10:00 horas, tiempo local, y Spicer presentó su dimisión minutos después, al considerar que la designación “había sido un gran error” y tras rechazar los esfuerzos del magnate republicano para que permaneciera en su puesto. Actualización | Scaramucci, el nuevo jefe de Comunicaciones que adora a Trump Por otro lado, la cadena CNN señaló que Spicer había pasado ya varias semanas alejado de sus funciones, que suplió Sarah Huckabee Sanders, situación que inició los rumores de su partida, así como de la posibilidad de que estaba siendo considerado para un nuevo rol alejado del podio de la sala de prensa. La salida del vocero se da en el marco de los primeros seis meses de la Administración de Trump y en medio de constantes enfrentamientos a la prensa debido a la investigación del Rusiagate. Lee: Uno más: abogado de Trump abandona su equipo legal También sucede a menos de un día de que Jeff Sessions, secretario de Justicia, reiterara que no renunciará a su cargo, a pesar de que un día antes el presidente expresó una inusual crítica en su contra y se mostrara arrepentido de haber nominado a quien fuera uno de sus primeros respaldo en su camino a la Casa Blanca. La dimisión de Spicer también es un golpe para el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, quien lo llevó al Ala Oeste a pesar del escepticismo de Trump, quien inicialmente cuestionó su lealtad. Con información de The New York Times. Te puede interesar: Trump dice, al menos, 4 mentiras al día

 

Siguientes artículos

Airport Guide Robot
Robots de LG, nuevos trabajadores del aeropuerto de Corea
Por

Los robots se dedicarán a dar asistencia a los usuarios y a limpiar los pisos de la terminal de Incheon.