Todo comenzó cuando la figura de los Golden State Warriors, Stephen Curry, dijo que no acudiría a la invitación de la Casa Blanca para tener una recepción como campeones de la NBA. Alegó que “sería una buena oportunidad para mandar un mensaje que transmita unidad y nos ayude a apreciar lo que significa ser estadounidense”. Estas declaraciones no fueron del agrado de Trump, quien a través de redes sociales declaró que acudir a la residencia presidencial era un honor para los campeones y debido a que Curry dudaba de acudir o no, retiraba la invitación a la franquicia de la Bahía de San Francisco. Lee también: Golden State Warriors no visitará la Casa Blanca por decisión de Trump No sólo el basquetbol fue objetivo de las críticas del presidente estadounidense. La liga nacional de futbol americano (NFL, por sus siglas en inglés) también recibió las críticas del republicano. Trump pedía a los dueños de los equipos despedir a aquellos jugadores que no mostrarán respeto al himno y se arrodillasen o no se pusieran de pie cuando éste se escuchara. Pero además los jugadores de la NFL fueron insultados por el presidente de Estados Unidos en un acto en Alabama el pasado viernes, donde pedía su despido a los dueños de los equipos por boicotear el himno. Roger Goodell, comisionado de la NFL, mencionó a través de un comunicado que las palabras del presidente eran una falta de respeto para la liga y los jugadores. “Comentarios divisivos como estos demuestran una desafortunada falta de respeto por la NFL, nuestro gran juego y todos nuestros jugadores, y la imposibilidad de entender la abrumadora fuerza del bien que nuestros equipos y nuestros jugadores representan en nuestras comunidades”, dijo Goodell. Durante el domingo algunos jugadores se arrodillaron, entrelazaron sus brazos o no salieron al campo para presenciar la ceremonia del himno, esto como protesta pacífica contra las declaraciones del mandatario. Sin embargo, esta situación no es nueva. Todo comenzó en 2016, cuando el exmariscal de campo de San Francisco 49’ers, Colin Kaepernick, decidió no levantarse o arrodillarse mientras sonaba el himno estadounidense, como protesta a la discriminación y abusos sobre las minorías raciales en el país. No solo fueron los jugadores quienes se unieron en protesta, los propietarios como Jerry Brown, de los Dallas Cowboys, o Robert Kraft, de New England Patriots, pisaron el emparrillado para apoyar a sus jugadores. El jefe de los Patriotas dijo, en un comunicado, que se siente “orgulloso de estar asociado a tantos jugadores que hacen contribuciones tremendas y positivas para nuestras comunidades. No hay nada más unificador que el deporte y nada tan divisivo como la política. Nuestros líderes podrían aprender mucho de la importancia del trabajo en equipo hacia un objetivo común”.THIS WEEK’S COVER: In a nation divided, the sports world is coming together https://t.co/aONQ0a141s pic.twitter.com/rvuXVmiHq7
— Sports Illustrated (@SInow) 26 de septiembre de 2017
Esto resulta llamativo ya que muchos dueños, incluido Kraft, mostraron su apoyo el año pasado al ahora presidente en su campaña para alcanzar la Casa Blanca. El propio Tom Brady manifestó su desacuerdo con las palabras emitidas por Trump, al considerar que sera “simplemente ofensivo”. “Sólo quiero apoyar a mis compañeros de equipo. Creo en lo que creo y creo en unir a la gente y en el respeto y el amor y la confianza. Esos son valores que los padres me inculcaron y así trato de vivir toda la vida”, enfatizó el jugador durante una entrevista radiofónica. Fuera del emparrillado muchas estrellas expresaron su opinión sobre la polémica generada durante el fin de semana. Lebron James por redes sociales tachó la decisión del presidente afirmando que no hacía falta que retirase su invitación a los Warriors porque Stephen Curry ya había dicho que no.Statement from #Patriots Chairman & CEO Robert Kraft: pic.twitter.com/f5DJeK0Woj
— New England Patriots (@Patriots) September 24, 2017
Lee también: NFL regresa a la CDMX con partido Raiders vs. Patriotas Con información de agencias.U bum @StephenCurry30 already said he ain't going! So therefore ain't no invite. Going to White House was a great honor until you showed up!
— LeBron James (@KingJames) September 23, 2017
