La autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para que Telcel adquiera y utilice 60 MHz del espectro de la banda de 2.5 GHz no ayuda a nivelar el terreno de juego, ya que la subsidiaria de América Móvil obtendría una ventaja frente a sus competidores y se convertirá en un operador preponderante que acumularía ahora más de 50% del espectro disponible para toda la industria. Así lo advierten especialistas que explican que esta operación reconfigurará las posiciones y competencia en este segmento, pues ahora la firma de telefonía móvil de Carlos Slim pasará de tener 41% de las frecuencias asignadas a más de la mitad (51%). Gerardo Soria, presidente del Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), señala que mientras Telcel gana terreno, otros jugadores lo perderán: AT&T, que contaba con 38% del espectro radioeléctrico entre los operadores de telecomunicaciones que prestan servicios móviles, quedará en 32%, y Movistar pasará de 20% a 16%. Otros servicios de acceso inalámbrico alcanzarían apenas el 1%. El llamado operador preponderante que supera la barrera de 50% en contabilidad de unidades generadoras de ingresos, llegando a 60.8% actualmente, rebasaría también la barrera de 50% en la acumulación de la totalidad del espectro disponible para toda la industria, es la lectura que hace el IDT. Lee: IFT da luz verde a América Móvil para que utilice espectro de MVS Para Ernesto Piedras, director general de la consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU), la decisión del ente regulador efectivamente afecta el balance de tenencia espectral, pero además contraviene las recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (el brazo de Naciones Unidas en esta materia) para tener niveles de competencia, como utilizar topes de espectro para evitar la concentración. “No se trata de una medida desconocida, sino de una práctica recomendada, y si el Instituto no hizo caso de ella por desconocimiento o intimidación del agente preponderante, u otro motivo, es preocupante”, advierte el experto. La semana pasada, el organismo antimonopolio autorizó a Radiomóvil Dipsa (Telcel) adquirir indirectamente 60 MHz de espectro de la banda de 2.5 GHz de Grupo MVS, operación que América Móvil espera se cierre durante el segundo trimestre de 2017. Desde su perspectiva, el regulador considera que esto no generará un cambio estructural en la tenencia de espectro radioeléctrico, ya que Telcel no es concesionario en esta banda y el grupo de interés económico controlado por la familia Vargas (que incluye a Grupo MVS y DIGICRD) seguirá como concesionario de dicho espectro. Te puede interesar: IFT gasta 1 mdp en plataforma para combatir déficit de información   La ventaja para el dominante Para el IDET dejar que Telcel utilice ese espectro le concede ventajas competitivas exclusivas para fortalecer su red de transmisión de datos móviles. Esto permitiría a la subsidiaria de América Móvil llegar antes que sus competidores a explotar la banda de 2.5 GHz sin pasar por un proceso licitatorio, respaldado en una facilidad legal que otorga la actual legislación en el mercado secundario de espectro. Soria agrega que también se le otorgó a la telefónica de Slim una banda con mayor calidad que permitirá que su señal pueda penetrar estructura –sus características de propagación hacen que no se interrumpa la comunicación de sus clientes–, y resulta idónea para ciudades densamente pobladas. “El usuario no va a saber el porqué no se le corta la llamada, pero la lectura que hará de ello es que si tiene una línea Telcel no se corta la llamada y con otro operador corre un alto riesgo de que así sea”, y eso, señala Soria, pone en desventaja a los competidores y abonaría a que crezcan el número de suscriptores del agente preponderante. El IFT también anunció que el espectro restante de la banda de 2.5GHz no se ofertará al mercado en un periodo de dos años. Por ello, ninguno de los competidores de Telcel podrá acceder en el corto plazo a esa banda y tendrán que esperar la licitación correspondiente y la asignación de frecuencias. Al respecto, Soria considera: “Si le das al preponderante, que aún domina más del 60% del mercado, una ventaja de dos años, difícilmente vas a crear condiciones de competencia equitativa, cuando el dominante tiene herramientas que el resto no”. Asimismo, advirtió que con este escenario de concentración “es imposible” no advertir la generación de ventajas para Telcel y consecuentes barreras para la competencia efectiva, al tratarse de un operador que podrá explotar de manera exclusiva por al menos dos años la banda de 2.5 GHz, que ofrece frecuencias óptimas para la oferta de 4G LTE. Piedras menciona que antes de tomar autorizar la operación entre Telcel y MVS, el IFT pudo intentar otras acciones, como el someter a consulta pública este asunto, con la finalidad de preguntar y escuchar la voz de la academia, la industria y los usuarios sobre la posibilidad de que Telcel tome control de ese espectro, para considerar sus observaciones y preocupaciones al adoptar una resolución.   Licitaciones, ¡ya! El presidente del IDT reitera que con esta decisión el IFT no cumple con su deber de promover la competencia efectiva y la generación de un terreno competitivo equilibrado entre operadores, por lo que considera que la única manera de poner a los demás en igualdad de condiciones es acelerar lo más posible la asignación de las frecuencias restantes de la banda 2.5 GHz. Originalmente MVS tenía 190 MHz de esa banda, de los cuales se quedó sólo con 60, los que vendió a Telcel, por lo que quedan 130 MHz que el IFT licitará en el corto plazo –“horizonte temporal de 2 años”, palabras del propio regulador–. El IFT podría acelerar la disponibilidad del mercado a los 130 MHz de espectro que el Estado mantiene en esa banda luego de recuperarla a MVS en 2013 y que el resto de la industria pide se licite cuanto antes. No obstante, el regulador ha decidido mandar un año a la congeladora su adjudicación comercial. “Se debe acelerar lo más posible la asignación de las frecuencias que todavía tiene el gobierno para que la puedan usar los competidores”, apunta el IDET. Tanto Piedras como Soria coinciden en la necesidad de que el IFT establezca en un futuro proceso los mecanismos necesarios para excluir la participación del agente preponderante (Telcel), para evitar que siga concentrando una mayor cantidad de espectro radioeléctrico. De no hacerlo, agregan, seguirá obteniendo mayores ventajas competitivas que impidan el desarrollo y libre concurrencia para sus competidores, lo que contraviene el mandato constitucional de la reforma de telecomunicaciones aprobada hace casi cuatro años y limitará la evolución del sector.

 

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