Ante las cifras sin precedentes de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) llamó a los gobiernos de México y Centroamérica a que cooperen para darles asistencia humanitaria.
“La situación pone de relieve la urgente necesidad de que haya una participación colectiva inmediata de parte de los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino, para brindar asistencia humanitaria, en especial a los grupos en situación de vulnerabilidad como las mujeres y los menores”, señaló en un comunicado Michele Klein Solomon, directora regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.
El viaje a través de la selva del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, deja a migrantes heridos, a veces abandonados en pendientes lodosas, arrastrados por inundaciones de ríos, y vulnerables a la violencia, el robo y el abuso sexual, expuso la organización.
Detalló que el Servicio Nacional de Migración de Panamá reportó una cifra récord de migrantes este año que cruzan la peligrosa selva del Darién desde Colombia.
Casi 400 migrantes cruzaron la peligrosa selva del Darién
Al 23 de septiembre, más de 390,000 personas habían tomado esa ruta y 82,000 migrantes cruzaron sólo en agosto, la mayor cifra mensual registrada hasta el momento. La mayor parte son de Venezuela, Ecuador y Haití.
“Más allá del marcado aumento en la cantidad de personas que están haciendo el viaje, la tendencia más significativa ha sido el cambio de los migrantes cubanos y de naciones africanas, que cada vez más están eligiendo rutas aéreas para llegar a Centroamérica, evitando el Darién para continuar con sus viajes hacia el norte”, señaló.
Indicó que a lo largo de la ruta hacia Estados Unidos, familias que agotaron sus recursos sufren hambre, duermen en la calle y se ven obligadas a mendigar, además de que hay quienes padecen problemas de salud, como diarrea y deshidratación.
Dijo que a pesar de los esfuerzos de los países de tránsito, de las agencias de Naciones Unidas y de organizaciones humanitarias, la capacidad para ofrecer asistencia vital está sujeta a una gran presión.
Recordó que los factores que impulsan la migración son complejos, y van desde económicos y sociales hasta desafíos ambientales y políticos.
Apuntó que muchos de esos agentes han crecido por las repercusiones socioeconómicas del Covid-19, por eventos climáticos extremos recientes y por la agitación política en los países de origen.
Añadió que el fenómeno climático de El Niño amenaza con aumentar aún más estas condiciones, haciendo que potencialmente más personas tomen la decisión de migrar.
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“Los desafíos de la migración son demasiado intensos como para que cualquier nación en las Américas pueda combatirlos aisladamente”, aseguró el director regional de la OIM para Sudamérica, Marcelo Pisani.
“Como lo dispone el Pacto Mundial sobre Migración, la OIM aboga por una estrategia regional cooperativa integral y reafirma su apoyo inquebrantable a las iniciativas que defienden las obligaciones humanitarias internacionales, los objetivos de desarrollo sostenible y los derechos humanos fundamentales de quienes están en movimiento”, agregó.
Creada en 1951, la OIM es la principal organización intergubernamental en materia de migración, y colabora con asociados gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales.
Cuenta con 175 Estados miembros, ocho de los cuales tienen el estatuto de observador, y cuenta con oficinas en más de 100 países.
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