El financiamiento de la política, no sólo de las campañas electorales, es una discusión permanente. En los países en los que predominan las aportaciones privadas sobre las públicas, el riesgo es que empresas e individuos metan dinero, incluso de forma ilegal, a los partidos o las campañas, advierte el ex consejero del IFE, Jesús Cantú Escalante. El riesgo es mayor con las candidaturas independientes, pues es casi imposible dotarlos de suficiente dinero público para que compitan equitativamente contra los partidos políticos. En el caso mexicano, el tema se torna crítico. A un mes del 6 de febrero, cuando termina el plazo para que los aspirantes a candidatos a la Presidencia recauden las firmas de respaldo ciudadano necesarias, el gasto que se ven obligados a hacer va en aumento, lo mismo que las dificultades para fiscalizarlos. Los gastos más fuertes son los traslados en avión, pago a promotores de las firmas (dotado cada uno con un teléfono celular), apoyo logístico para los actos públicos en distintos puntos del país, sueldos de personal especializado que rodea al precandidato, equipo tecnológico y jóvenes para la gestión de la imagen del aspirante en redes sociales. Ellos dicen que sus promotores son voluntarios; pero, dado que deben reunir firmas de ciudadanos radicados en al menos 17 estados del país, es difícil de concebir una red de apoyo amplia y comprometida, sin estructura partidista y gratuita. Las candidaturas independientes son tierra fértil para la entrada de intereses particulares, de empresarios en lo individual o de grupos empresariales, e incluso de grupos con actividades “cuestionables”, añade Cantú. Jaime Rodríguez “El Bronco” dice tener 10,000 auxiliares. Cómo se podría saber lo que paga a cada uno si lo hiciera en efectivo, y cuánto destinó a dotarlos de celulares si los aparatos fuesen importados o si cada promotor compró el suyo, se pregunta Cantú. Hay versiones de que los precandidatos independientes compran las firmas y que los promotores no son voluntarios, sino que cobran por cada firma recaudada, pero es información no confirmada. Te recomendamos: ¿Cuánto han gastado Anaya, AMLO y Meade en sus precampañas?

Casi todos los candidatos independientes están respaldados por grupos políticos poderosos o aprovechan su popularidad en cargos públicos actuales o recientes. Foto: Susana Gonzalez/Bloomberg vía Getty Images.

El INE tiene facultades para hacer pesquisas sobre gastos adicionales a los autorizados por la ley y los particulares están obligados a responder las preguntas de sus investigadores. Pero hay zonas oscuras: “En lo que se refiere a la recolección de firmas, es prácticamente imposible poder rastrear”, comenta Cantú. Se dice que cada firma se paga a 15 pesos… o hasta 30. Aun si fueran 15 pesos, dado que estos candidatos necesitan 866,593 firmas, requerirían de 2.9 millones de pesos (mdp); el INE les da 33.6 mdp para cubrir los gastos de esta etapa. Si rebasan el tope, su aspiración queda cancelada o retirada, según la ley. También pueden recibir fondeo privado, tanto dinero propio como de simpatizantes, pero no debe ser más de 10% del tope de gasto autorizado. Es claro que en las candidaturas independientes hay fuertes cantidades de recursos privados, dice Cantú, hoy profesor-investigador de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey. El caso de “El Bronco” es más oscuro, añade, porque los cargos que ha tenido no le permitirían tener un patrimonio personal importante, así que “fue muy sonado que estaba recibiendo el apoyo de distintos grupos empresariales regiomontanos”. Te puede interesar: ¿Apoyarías a uno de los 48 aspirantes independientes a la Presidencia?   Qué dicen los independientes La respuesta de los precandidatos a la pregunta de los apoyos económicos que reciben es sólo una: son pequeñas donaciones de ciudadanos. Es el caso de Pedro Kumamoto, precandidato a senador por Jalisco. El financiamiento llega a través de micro donaciones que hacen personas comunes y corrientes, dice su coordinadora de campaña, Alejandra Parra. La independencia política (respecto de padrinos políticos) y económica ha sido fundamental, dice Parra, quien asegura que, hasta mediados de noviembre, más de 100 personas habían donado a la campaña de Kumamoto. Licenciado en Gestión Cultural con orientación a Políticas Públicas por el ITESO, Kumamoto fue el primer diputado independiente en el Congreso de Jalisco y es fundador de la plataforma Wikipolítica Nodo.

Los candidatos independientes dicen estar rodeados de voluntarios y recibir pequeñas donaciones de ciudadanos. Foto: Oswaldo Ramírez/Forbes México

El tope de gastos para recolección de firmas de un aspirante a candidato a senador es de unos 2.3 mdp, pero quizás sólo gasten alrededor de 1 mdp, agrega Parra, incluidos donativos en especie y en dinero. Alrededor de Kumamoto hay un equipo de entre 170 y 200 voluntarios (incluidos los “brigadistas” que recolectan las firmas de apoyo) y otro de 15 colaboradores que sí reciben un pago (de 7,000 a 8,000 pesos, mucho menos de lo que recibirían en otro lugar, según la coordinadora, por sus capacidades y los horarios que cumplen). El donativo promedio a la campaña de Kumamoto ronda los 500 pesos, según Parra, pero dice que hay aportaciones desde 20 pesos, por las cuales los donantes reciben un comprobante y un contrato de donación que otorga el INE. El donativo individual máximo que aceptan es de 100,000 pesos, según Parra, aunque hay excepciones: si el donante tiene buena reputación, puede asegurar que el dinero es bien habido y es pre-aprobado por el equipo de campaña, la donación puede ser mayor. El INE lanzó una plataforma para informar cómo los independientes transparentan sus gastos, y de 286 aspiraciones en el país, sólo 11 cumplen con las reglas, dice Parra. Te puede interesar: ¿Saldrán las cuentas para independientes?   Círculos cercanos Armando Ríos Piter, uno de los que buscan reunir firmas para ser candidatos a la Presidencia, dice que, para allegarse recursos adicionales a los 33 mdp que le dará el INE, convoca a reuniones con ciudadanos, empresarios, profesionistas e integrantes de la sociedad civil. El tope a las aportaciones que recibe es de 25,000 pesos, asegura; pero el objetivo, dice el pre-candidato, es que mucha gente dé aportaciones pequeñas, en lugar de que pocos den mucho dinero. Ríos Piter es cercano a gente con recursos económicos y a grupos con poder político significativo. Estudió Economía en el ITAM (y Derecho en la UNAM) y, desde muy joven, trabajó en la Secretaría de Hacienda; conoce a Guillermo Ortiz, ex titular de esa dependencia, a José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, y se presume que conoce bien a Luis Videgaray y a José Antonio Meade, funcionarios muy cercanos al presidente Enrique Peña Nieto.

Armando Ríos Piter. Foto: Alejandro Cegarra/Bloomberg vía Getty Images.

Ya como aspirante a candidato, se ha reunido con el magnate Carlos Slim y con Ortiz, indica una fuente cercana a su equipo de colaboradores, que pidió el anonimato. Ha recibido promesas de apoyo de líderes relacionados con Elba Esther Gordillo, ex líder magisterial, y de organizaciones de pescadores de Sinaloa. Es socio de la marca de mezcal Leyenda, la familia de su esposa posee el laboratorio de productos de belleza ZELL y su familia materna tiene una fábrica de dulces que es proveedora de Ricolino, una marca de Bimbo. Ríos Piter asegura que, por el momento, los gastos para la consecución de firmas han sido nulos. “La gente nos está apoyando de manera voluntaria”, asegura. Seguramente, hay que comprar algunos teléfonos celulares por el problema de la aplicación, pero eso será para ayudarle a aquellos que, de manera voluntaria, han decidido ayudarnos”. Además de su equipo de apoyo, de unas 15 a 20 personas, Ríos Piter paga por el uso de una oficina de la empresa WeWork en la zona corporativa de las Lomas de Chapultepec. Con información de Zacarías Ramírez

 

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