Por Lauren Gensler Paso 1: utiliza la información de una tarjeta de crédito robada para comprar un montón de tarjetas de regalos. Paso 2: intenta vender esas tarjetas de regalo por millones de dólares sin que te descubran. Si es que existe una forma preferida por los defraudadores de usar la información de tu tarjeta de crédito, es a través de la compra de montones de tarjetas de regalos a comercios como Wal-Mart, Target y Amazon. Las tarjetas de regalo son fáciles de gastar y vender, y difíciles de rastrear. Sin embargo, el anonimato de este fraude se termina cuando vendes estas tarjetas de regalo a través de una plataforma online. En un caso federal no declarado se describió una estafa reciente, donde una persona o varias adquirieron con información de tarjetas de crédito robadas 45,000 tarjetas de regalo de Wal-Mart y otras tiendas y las vendieron en el sitio Raise.com. El valor de las tarjetas de regalo oscilaba entre los 2 y 2,000 dólares y fueron vendidas por un total de 9 millones de dólares en Raise. (Un portavoz de la Corte Distrital de Florida declinó a hacer algún comentario sobre si realmente el estafador se encontraba en dicho estado). Las autoridades detectaron la estafa en el momento que estaba sucediendo y le escribieron al sitio Raise para solicitar que las cuentas de los defraudadores permanecieran abiertas, comentó a Forbes George Bousis, CEO de Raise, cuya compañía ha contribuido a la venta de aproximadamente 1,000 millones de dólares en tarjetas de regalo desde su creación en el 2013. “Es ridículo. Tenemos tu número de seguridad social, tu dirección IP, toda tu información bancaria”, señaló Bousis, respecto a la información que debes capturar cuando entras a la plataforma a vender las tarjetas de regalo. “No estoy seguro si algunas de estas personas piensan que podrán salir bien libradas”. En años recientes, sitios como Raise, Gift Card Nanny y Card Cash han aparecido para facilitar el inevitable proceso de deshacerse de una tarjeta de regalo indeseable (El monto invertido en tarjetas de regalo este año en Estados Unidos equivale a aproximadamente 91,000 millones de dólares, de acuerdo con la firma Mercator Advisory Group.) Para disminuir la incidencia en este tipo de fraude, Raise y otros sitios solicitan a los vendedores información detallada y además otorgan una garantía de 100 días a los compradores. Esto ha ayudado a contener a los defraudadores, a pesar de que están incrementando la compra de tarjetas de regalo para lavar dinero, atraídos principalmente por la dificultad para rastrearlas. El uso inadecuado de las tarjetas de regalo se ha incrementado a raíz del hackeo que han sufrido Home Depot, Target y otras cadenas comerciales, lo cual ha provocado que una gran cantidad información de tarjetas de crédito terminen en las manos equivocadas. Los datos de las tarjetas robadas pueden replicarse en tarjetas de crédito físicas, de la misma forma que se crean identificaciones falsas para menores de edad. Después, los cómplices de este fraude se dirigen a las tiendas, compran tarjetas de regalo y las venden en las casas de empeño o kioscos de centros comerciales. “El verdadero negocio de las tarjetas de regalo es de persona a persona”, expresa T. Jack Williams, presidente del Grupo ERAD, empresa encargada de equipar a la policía con dispositivos lectores de tarjetas prepagadas que congelan o incautan el dinero. “A los defraudadores no les gustan las ventas en línea porque no obtienen efectivo inmediato y van dejando un rastro”. El caso de Florida es un buen ejemplo de lo que no hay que hacer. Una posible investigación, ejecutada por los federales, recae al final en la cooperación de las cadenas comerciales más grandes del mundo, de los bancos o de las compañías de medios. Por ejemplo, Wal-Mart vendió 1.3 millones de dólares en tarjetas de regalo al defraudador y se encargó de revisar una muestra. Encontró que 200 de esas tarjetas fueron compradas en sus establecimientos en todo el país. La mayoría de las tarjetas de crédito o débito que se utilizaron, de acuerdo con los bancos, fueron canceladas al detectarse la actividad fraudulenta que cometieron en estas tiendas. Las autoridades fueron a Raise a revisar el esquema que había generado 7.5 millones de dólares (los nueve se convirtieron ese monto después de que la empresa tomó sus comisiones y cargos por el servicio), dinero que fue depositado en cuentas bancarias, incluyendo algunas en Citi y Wells Fargo. Este dinero fue retirado, en efectivo, en cuestión de días. Raise proporcionó la dirección IP asociada a la cuenta para ayudar a rastrear al defraudador. Fue ligada a Comcast, bajo una orden legal, y otorgó información del cliente que contenía su dirección. Los agentes fueron al domicilio registrado y confiscaron 442,081 dólares en efectivo. De acuerdo con los documentos de la corte el acusado fue visto entrando y saliendo de esa ubicación con un maletín negro. Desafortunadamente, no es tan fácil seguir el dinero de esa manera. Una vez que la tarjeta de regalo sale de la tienda termina la historia, lo cual representa un gran reto para la aplicación de las leyes. “Los presuntos terroristas del ataque del 9-11 utilizaron tarjetas prepagadas para cubrir sus gastos, y ninguno de esos rastros financieros podría detectarse”, indicó un reporte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.  El ISR ha declarado que las tarjetas de prepago son la “moneda de los criminales”. Para prevenir este tipo de fraude, muchas tiendas están endureciendo sus políticas de ventas. En Wal-Mart debes mostrar una identificación cuando realizas compras equivalentes a 5,000 dólares o más con tarjetas de regalo, de acuerdo con un portavoz. A su vez, los gerentes cuentan con la autoridad necesaria para interrumpir la transacción en cualquier momento. En el 2014, una sucursal de la cadena de farmacias CVS solicitó una identificación por una compra de 300 dólares con tarjeta de regalo, además no te permite efectuar una compra de tarjetas de regalo cuyo monto exceda los 2,000 dólares. “En los últimos años hemos visto un progreso significativo en esta área”, dijo Carol Van Cleef, abogada de BakerHostetler que se especializa en la lucha contra el lavado de dinero, particularmente con tarjetas de prepago. Las restricciones que tanto Wal-Mart como CVS han puesto van más allá de los requerimientos legales. Ante la ley, una compañía que vende más de 10,000 dólares en tarjetas de regalo en un sólo día a una sola persona que paga en efectivo debe reportar dicha transacción ante la Financial Crimes Enforcement Network. Sin embargo, no hay requerimientos para reportar compras con tarjeta de crédito, incluidas aquellas que se hacen en línea. Las cadenas, por supuesto, desean vender cuantas tarjetas de regalo sea posible y mantener a sus clientes felices. “Siempre hay una preocupación sobre el cómo trazar la línea entre actuar correctamente y protegerse a sí mismo”, señala Van Cleef. Por ahora, los bancos son los que salen perdiendo cuando este tipo de estafas escalan. Cuando llamas a tu institución bancaria para reportar una actividad ilícita en tu tarjeta, son ellos los encargados de resolverlo. Las reglas varían cuando utilizas una tarjeta de débito, pero si reportas el fraude inmediatamente, debes estar protegido. “Las instituciones bancarias están perdiendo miles de millones de dólares”, expresa William. “Es una epidemia”.

 

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