- Cambiar la cultura organizacional y la estrategia de negocios.
- Cambiar la cultura organizacional y mantener la estrategia de negocios.
- Mantener la cultura organizacional y cambiar la estrategia de negocios.
- Mantener la cultura organizacional y la estrategia de negocios.
Menú de estrategias de las empresas y cambio tecnológico
Las empresas que sobreviven son las que asumen el cambio tecnológico, lo que conlleva redefinir la cultura organizacional y la estrategia de negocios.
Hoy día, pocos directivos y gerentes negarían que debe existir una relación directa y estrecha entre la cultura organizacional y la estrategia de negocios. Muchos ejecutivos, por ejemplo, afirmarían que la selección del mercado meta, la propuesta de valor y las competencias distintivas –tres piezas fundamentales de cualquier estrategia de negocios– deberían estar alineadas con el conjunto de valores, creencias y comportamientos específicos que constituyen la cultura organizacional. En una empresa que compite con base en una filosofía de costos bajos, por ejemplo, se espera que los empleados estén orientados al uso eficiente de los recursos. En aquellos casos en que la diferenciación es la estrategia competitiva elegida, se espera que los empleados justifiquen con sus actitudes y comportamientos los precios usualmente elevados que el consumidor debe pagar por los productos o servicios de la empresa.
El reto de mantener la alineación entre la cultura organizacional y la estrategia de negocios representa un reto formidable en un ambiente de cambio tecnológico acelerado. La razón es simple: el cambio tecnológico fuerza la reformulación o el rediseño de las estrategias de negocio, y tal rediseño o reformulación conlleva el cambio de la cultura organizacional. El cambio tecnológico, por ejemplo, puede llevar consigo una reducción de los costos de producción y, al mismo tiempo, un aumento de la calidad del servicio. En estos casos, las estrategias de negocios –tanto las basadas en costos bajos como las basadas en la diferenciación– suelen ser afectadas profundamente. El lector puede pensar, por ejemplo, en lo que ha ocurrido en la comercialización de los servicios bancarios; ciertamente, internet ha permitido tanto reducir el precio como aumentar el estándar de calidad de estos servicios.
En situaciones de cambio tecnológico acelerado, el menú de opciones estratégicas de las empresas puede reducirse a cuatro grandes tipos: