El riesgo de una baja en la calificación de México ha aumentado, reconoció la calificadora Moody’s. La posibilidad de una degradación de la nota A3 con perspectiva negativa  ha repuntado pero no de sobremanera, admitió Jaime Reusche, analista senior de la calificadora de riesgo, durante una conferencia telefónica con medios. Los choques externos han jugado un papel importante, en particular con el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Pero los factores principales que vigila Moody’s son la relación de deuda con el Producto Interno Bruto (PIB) de casi 50%, y el déficit fiscal, pero según el analista, el gobierno ha mostrado disciplina para reducirlo y lograr su meta de superávit primario este año. Sobre el aumento de deuda externa en dólares y la dificultad del gobierno para cubrir sus obligaciones por la debilidad de nuestra moneda frente al dólar, el analista admitió un riesgo, pero neutralizado por los ingresos petroleros que benefician al presupuesto, pues éstos se perciben en moneda extranjera. El último cambio que realizó Moody’s a la calificación ocurrió en marzo, cuando modificó la perspectiva estable a negativa, después del recorte presupuestal de 100,000 millones de pesos (mdp). El lapso para hacer un cambio en la perspectiva será de entre 12 y 18 meses. Inversiones recibirán más golpes este año Además, las inversiones y exportaciones en México enfrentarán más golpes durante 2017. “Las exportaciones e inversión van a seguir golpeados en 2017. Nuestra expectativa era que los sectores ligados el consumo iban a desacelerar su crecimiento, pero la inversión, sobre todo privada, iba a repuntar para empujar y compensar al consumo. Pero no se está dando debido al contexto internacional de los choques”, Las razones son externas, particularmente, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien, incluso, ha hecho política en contra de México vía Twitter, con amenazas a empresas internacionales para que trasladen su operaciones de México hacia la principal economía del mundo. “Los inversionistas están en espera, tanto domésticos como externos, en algunos casos cancelando sus inversiones”. El comentario de Reusche se refiere a la cancelación de una inversión de 1,600 millones de dólares (mdd) por parte de Ford para una planta en San Luis Potosí y, en su lugar, ampliar su planta en Flat Rock Michigan para generar 700 empleos y un desembolso de 700 mdd. Otro caso ocurrió el pasado martes 17 de enero, cuando General Motors anunció que trasladará a Estados Unidos su producción de ejes para sus camionetas pick up, lo que implicará sacar 100 puestos laborales de nuestro país. La automotriz también informó que invertirá 1,000 millones de dólares (mdd) adicionales en operaciones de manufactura estadounidense y la creación de 7,000 nuevos empleos en Estados Unidos.  

 

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