El asalto a una iglesia en el norte de Francia realizado por dos terroristas tuvo un saldo de un sacerdote muerto y un feligrés gravemente herido. La toma de rehenes ya fue controlada y las autoridades confirmaron que se abatió a los dos atacantes. El hecho se trata de un atentado terrorista realizado por Estado Islámico, ya que los atacantes reivindicaron pertenecer a dicho grupo, dijo el presidente Francois Hollande en conferencia de prensa. La organización ha reivindicado el ataque a través de la agencia Amaq. De acuerdo con los reportes oficiales, la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, ubicada en la región de Normandia, fue atacada por hombres armados con cuchillos entre las 10 y 11 horas, tiempo local, quienes tomaron como rehenes al cura, dos monjas y dos feligreses. “Les confirmo ese balance de un rehén que fue asesinado, otro muy gravemente herido y los dos asaltantes abatidos”, mencionó el portavoz del ministerio francés del Interior, Pierre Henry Brandet, a France info. “Debemos luchar cada minuto contra el terrorismo, debemos luchar por la democracia. “Nos enfrentamos a un grupo que nos ha declarado la guerra”, agregó el mandatario galo. “Debemos ser conscientes de que los terroristas están dispuestos a hacer cualquier cosa y en cualquier lugar”, precisó antes de dar por terminada la rueda de prensa. Se trata del segundo ataque en Francia en menos de dos semanas, luego de que el 14 de julio un tunecino embistió con un camión de carga en contra de la multitud congregada en el puerto de Niza, matando a 84 personas e hiriendo a más de trescientas. Tras liberar la iglesia, los policías se realizaron operaciones de busca de explosivos en el recinto religioso mediante perros. Se confirmó que se trata de un atentado terrorista que ya está siendo investigado por la Fiscalía antiterrorista de París. Por su parte, el papa Francisco condenó con “horror” el ataque a esa iglesia católica, así como “toda forma de odio”, dijo el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Fuentes de la Iglesia dieron a conocer que el sacerdote asesinado fue Jacques Hamel, de 84 años.

 

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