El día internacional del migrante (18 de diciembre) se diseñó para celebrar las contribuciones de millones de personas en movimiento, pues son agentes impulsores para el desarrollo tanto en los países de origen como de destino.

Lamentablemente, estamos muy lejos de poder celebrarlo, pues las condiciones en las que la mayoría de las personas migrantes se encuentran no permiten su desarrollo. Este 2023 ha sido testigo de una hostilidad sin precedentes para los migrantes, quienes se han visto inmersos en escenarios marcados por la violencia, la inseguridad y la falta de acceso a los servicios esenciales.

Si hacemos un balance, el año ha sido un capítulo desgarrador en la historia de la población migrante, en el que eventos catastróficos han dejado cicatrices inolvidables. Solo por mencionar algunos, en marzo, en Ciudad Juárez ocurrió una terrible tragedia: decenas de migrantes perdieron la vida en condiciones inhumanas, encerrados y carbonizados en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM).

En mayo, la noticia del fin de la política estadounidense conocida como Título 42 sacudió el escenario migratorio; sin embargo, en lugar de abrir un camino hacia soluciones humanitarias, esta decisión fue seguida por nuevas restricciones que afectan a migrantes irregulares.

La incertidumbre y el aumento de los desafíos para aquellos en búsqueda de refugio se convirtieron en la nueva norma. Y este escenario se torna especialmente grave cuando quien lo vive son niñas, niños y adolescentes. Pues este grupo vulnerable de la población tiene que enfrentarse a violaciones a sus derechos fundamentales, amenazas y, sobre todo, consecuencias aplastantes para su salud física, mental y emocional.

En México, la situación empeora, siendo más del 50% de las personas en movilidad las que sufrieron violencia durante su estancia en el país. Además, la impunidad que impera, agrava la vulnerabilidad de las personas frente a estas formas de violencia, y las obliga a seguir su travesía en lugar de buscar ayuda de las autoridades.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

Desde Save the Children proponemos fortalecer el sistema de reconocimiento de la condición de refugiados, impulsar la respuesta humanitaria a la población migrante en tránsito y promover acciones para cambios estructurales que fomenten un entorno propicio para prevenir riesgos de protección y mitigar sus impactos.  

Urge actuar de inmediato para revertir las secuelas en niñas, niños y adolescentes que han tenido que dejar su hogar para buscar un presente mejor. Fomentemos un futuro pleno, con una vida digna y feliz.

Contacto:
Josefina Menéndez es directora general de Save the Children.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

¿Te gusta informarte por Google News? Sigue nuestro Showcase para tener las mejores historias

 

Siguientes artículos

homicidios-México
Golpe de timón en seguridad o la profundización del desastre
Por

Aunque parece lejana, la posibilidad de alcanzar la paz es posible, pero requiere de compromiso en la lucha contra la cr...