Todos vamos envejeciendo y hay que acordarnos que el cuerpo cobra la factura, entonces hay que tratar que no nos salga tan cara.     De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre los años 2000 y 2050, la población de adultos mayores se multiplicará cuatro veces y para entonces habrá 395 millones de personas de 80 años o más. Llegar a los 80 años es algo muy bueno para los países; de hecho, cada vez más niños conocen a sus abuelitos o incluso bisabuelos porque la expectativa de vida cada vez es mayor. Sin embargo, hay varias situaciones sobre el envejecimiento para las cuales la población de países en desarrollo, como el nuestro, no está preparada. Entre más envejece la población de los países, más aumentan los casos de enfermedades crónicas (demencias, diabetes, hipertensión), los costos de éstas y también hay más riesgo de cáncer y enfermedades incapacitantes, como alteraciones en la visión, dificultad para caminar, fracturas, etcétera. Muchas de las afecciones que te menciono, de alguna manera “vienen” con la edad, es decir, un cuerpo de 80 años ya aguanta menos que uno de 30. Pero de todas maneras hay muchas cosas que puedes ir haciendo desde ahorita para evitar que estas situaciones te compliquen la vejez. Normalmente, cuando uno se hace viejito, las articulaciones empiezan a fallar; se vuelven un poco más rígidas y a veces se sienten “atoradas” o incluso duelen. Ahí es cuando en algunos casos se necesita hacer “cambios” de articulaciones, es decir, colocar prótesis de rodillas, o de cadera, para que se pueda conservar la movilidad de las personas. Obviamente, esto implica una cirugía, quitar un pedazo del huesos, y reemplazarlo por piezas de metal como el titanio o cromo, y después una rehabilitación… Esto, en muchas ocasiones, ocurre por fracturas, pero a veces es por desgaste. Y ¿qué puede hacer un jovenazo como tú ahorita para evitar todo esto? Ejercicio. Hay que moverse. Igual que una bici, si la dejas abandonada por años y luego la quieres usar, las cadenas se ponen duras, las llantas se poncharon, igual tus articulaciones. Entre menos las utilices, más rápidamente se desgastan. Y mientras más activo te mantengas, más duran sanas. Otras de las cuestiones que aquejan a los viejitos son la diabetes y la presión alta. Éstas son enfermedades que en gran medida dan por herencia, pero también por hábitos incorrectos. Así que un jovenazo, como tú, desde ahorita las puede prevenir. ¿Cómo? Evitando el tabaco. Si haces cuentas, un viejito de 80 años ha fumado en promedio unos 50 años. ¡Cincuenta! Si tú dejas ese hábito desde ahorita, le reduces a tu cuerpo años y años de humo. La alimentación. Hay que ser cuidadosos con lo que comemos. Seguro te habrás dado cuenta de que con los años no aguantas igual. Tal vez a los 20 te comías 20 tacos al pastor sin problema; 10 o 15 años después, ya no puedes. Entonces hay que cuidar esa parte. Hay que aumentar las frutas, las verduras, el agua natural y limitar las cantidades de carne y el alcohol. Todo esto, además de evitar la presión alta y la diabetes, puede evitar que te dé un infarto, cosa que a nadie nos caería mal, ¿no? Las demencias es otro de los temas que cada vez más van lastimando a la población anciana. En la mayoría de los casos, éstas ocurren sin que se sepa la causa, pero sí se habla de disminuir el riesgo si se mantiene activa la mente, leyendo más, por ejemplo. Así que todos vamos a envejecer, sin duda, pero hay que acordarnos de que el cuerpo cobra la factura. Entonces hay que tratar de que no nos salga tan cara. ¡Hasta la próxima!     Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @marsimar     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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