- La buena actitud no nos da de comer Tenemos que comenzar por enfrentar las cosas como son. El tener una gran actitud no te dará de comer; se requiere de mucho más. Si habláramos de un coche, la actitud sería como la marcha del mismo. Pero la marcha no nos sirve de nada si no hay gasolina ni motor.
- La actitud disfraza la mediocridad En redes sociales pareciera que emprendedores y sociedad civil enfrentan los grandes problemas de la vida con memes y “frasecitas positivas con flores de colores”, echándonos porras frente a las crisis, los balazos de la vida o el día a día. Sin embargo, en ocasiones tanto optimismo exacerbado acompañado de un subtexto “ahí para la próxima” puede disfrazar cierta mediocridad y hacernos permanecer en una zona de confort.
- La actitud no suple a la acción Regresando a la analogía del auto, el movimiento de las llantas sería la acción. El motor bien podría ser el manejo de nuestras capacidades, habilidades y talentos, y es ahí donde se distinguen los “vochitos” de los “lamborghinis”. Y no por menospreciar a ninguno de los dos; sin embargo, los torques, los caballos de fuerza y las características son diferentes; mientras uno gasta mucha gasolina, el otro no lo hace; mientras uno es de uso rudo, el otro es de lujo, etc.
- La actitud es sólo catalizadora de la acción Es cierto que la actitud nos hace ponernos en marcha o volver a intentar tras el aprendizaje obtenido del fracaso, pero siempre será una catalizadora de nuestras acciones; no obstante, la marcha funciona y es un principio de las cosas. Pero siendo realistas, una buena marcha no hará necesariamente a un “buen coche”. Y todos los coches son diferentes.
4 grandes razones del porqué la actitud no lo es todo
Nunca dejes de tener una buena actitud, pero recuerda que ésta no es un “cheque en blanco” como se vende o se intenta vender en redes sociales.
En redes sociales existe una nueva ley que hace quedar mal incluso al mejor integrante de los clubes de optimistas. Y es que pareciera que la actitud frente a la vida es el nuevo “Dios” de muchos para enfrentar las crisis.
Y tampoco digo que nos pongamos a llorar o que seamos unos auténticos pesimistas, pero esta visión exagerada y extremista de la actitud tampoco nos ayuda. Es por eso que te comparto 4 grandes razones del porqué la actitud no lo es TODO.