Los hábitos de compra de los consumidores cambiaron drásticamente a causa de la pandemia, lo que obligó a los retailers a buscar nuevos medios y estrategias de supervivencia. 

El boom del eCommerce es solo el punto de partida de esta historia. La industria del retail, o comercio minorista, reporta números imponderables: se calcula que, en México, este sector genera ventas por 3 billones y medio de pesos cada año, de acuerdo con fuentes oficiales. 

Sin embargo, para las más de 2 millones 229 mil de unidades de negocio dedicadas al retail, la palabra vender ha dejado de significar un fin simple y llano, para convertirse en todo un proceso que implica una experiencia para el consumidor, la apertura de nuevos canales de venta y enfrentar el desafío de un contexto económico más que complejo. 

Tras una pandemia que obligó a los comercios a avanzar rápidamente en sus soluciones digitales (hasta antes de la emergencia sanitaria, el comercio minorista era una de las industrias con mayor rezago tecnológico), ahora la venta minorista sucede en diferentes puntos y en todos ellos al mismo tiempo.

“Se ha vuelto muy relevante la conexión entre canales, o el comercio unificado como ahora lo llaman. Las personas quieren comprar en línea y recoger en la tienda, o comprar en la tienda y pedir que se lo entreguen a domicilio”, dice Carlos Marín, director general de Liverpool, uno de los principales retailers del país, con más de 122 tiendas físicas y otros tantos centros de distribución.

Como sucedió con la gran mayoría de sectores económicos, la pandemia fue un punto de inflexión para el retail: durante los primeros tres meses de las restricciones sanitarias, las ventas se desplomaron hasta en un 24.3% en su comparación anual –de acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales–, lo que motivó a esta industria que genera 7.74 millones de empleos a buscar soluciones y replantear por completo los modelos de negocio.

“En números redondos, la participación de los canales digitales hoy en día, versus lo que teníamos antes de la pandemia, se triplicó, con todo lo que eso conlleva, en cuanto a tener inversiones muy fuertes en la parte de logística, principalmente”, contrasta Marín.

Para Liverpool, por ejemplo, hoy una de sus mayores inversiones en proceso se encuentra en su centro de distribución Arco Norte (Estado de México), la cual también será la nave logística más grande de Latinoamérica. Tras este parteaguas tan importante, en donde el mayor minorista departamental centra sus mayores inversiones no en tiendas físicas, sino en centros logísticos para una estrategia omnicanal, tampoco resulta extraño que uno de los supermercados con mayor crecimiento en estos años no cuente con una sola tienda física.

Jüsto surgió en 2019 y ahora compite con las principales cadenas del país mediante un sistema completamente digital, que promete productos frescos con la garantía de entregas puntuales y la propuesta sostenible de utilizar menos plástico y un menor desperdicio, en comparación con otras tiendas. 

“Tras la pandemia, el consumidor prioriza más la salud, el tiempo de calidad en familia y el presupuesto del hogar. Pero hay muchos factores que añaden presión: la inflación, el tiempo fuera de casa en el trabajo y la poca oportunidad para cocinar o ejercitarse. Por ello, buscan empresas y soluciones que les agreguen valor en estos aspectos de su vida”, precisa Ricardo Weder, CEO y fundador de Jüsto. 

El sector retail se ha adaptado a una época en donde lo físico dialoga en todo momento con las plataformas digitales, guiado por las nuevas necesidades del consumidor.

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