MORELIA, Mich.- Reflexión, introspección y conmoción son los tres elementos que, casi de forma alquímica, hacen del cine un puente que conecta a los espectadores con escenarios reales e imaginarios mediante una narrativa que, en una obra bien lograda, son capaces de cimentar nuevos cuestionamientos hacia el entorno social desde la proyección de un filme de ficción o documental.

Es así como el 20° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) proyectó el documental “Split at the Root” (dir. Linda Goldstein Knowlton), una profunda y sensible investigación que amplifica las historias de dos mujeres guatemaltecas encarceladas y separadas de sus hijos tras cruzar la frontera estadounidense durante el decreto “Tolerancia Cero” en 2018.

Rocío Abud, directora de Fundación Coppel,  celebró la integración del filme “Split at the Root” a la sección ‘Cine sin fronteras’, y que fue proyectado en salas del FICM.

Al respecto señaló: “La política migratoria es un problema muy complejo que requiere de muchas voluntades para contribuir, cada uno desde su trinchera. En Fundación Coppel creemos que es importante ponerlo sobre el discurso público y por eso colaboramos con Talipot Studio, la casa productora que trabajó con nosotros en el gran esfuerzo por ser un actor de cambio ante este problema social”.

Detrás de una gran historia existe una sólida suma de esfuerzos colectivos. Esta visión inspiró a Linda Goldstein Knowlton, directora y la productora, María Grasso, quienes recibieron todo el apoyo por parte de Fundación Coppel, así como el talento creativo de la casa productora Talipot Studio (Anette, Siberia, Bergman Island), para alcanzar un mismo objetivo: respaldar la sensibilidad humana detrás de una historia que aborda dolor y abandono en las familias latinoamericanas separadas por una severa política migratoria.

“Leí en el Times un artículo sobre el programa ‘Tolerancia Cero’ y quisimos buscar una organización a la cual darles nuestro apoyo. Entonces conocimos a Immigrant Families Together, un grupo comprometido con los derechos de inmigración, supimos que lo que podíamos hacer para ayudar era contar esta historia: su historia”, expresó Linda Goldstein Knowlton, directora de “Split at the Root”, durante su participación en un conversatorio en el FICM. 

Fundación Coppel. Split at the Root
Linda Goldstein Knowlton y Maria Grasso, directora y productora de “Split at the Root”, junto a Julie Schwietert Collazo, fundadora de Immigrant Families Together, en la 20° edición del FICM.

En palabras de la productora, María Grasso, hacer posible esta filmación requirió fuertes elementos de creación desde el primer momento: ética, empatía y delicadeza hacia la confianza de Yeni y Rosy, dos mujeres guatemaltecas que rescatan una profunda experiencia personal para convertirla en recursos de difusión político y social que trasciende fronteras.

La dirección, producción y compañías productoras de “Split at the Root” compartieron que desde el inicio de la realización creativa predominó la responsabilidad y el cuidado por las voces que dieron vida a esta historia.

“Para mí, lo más satisfactorio de trabajar en este proyecto fue la conexión humana, conocer a todas estas personas y que me dieran la bienvenida a su vida. Sin embargo, también trajo desafíos de responsabilidad, como pedirles contarme su historia. Fue difícil porque buscamos no generar una retraumatización en ellas. Sabemos que somos seres humanos, con hijos e hijas, con infantes que también tienen una historia. Quise poder ofrecerles una plataforma donde pudieran decir quiénes son más allá de una estadística, sino con una voz propia. Eso hizo que toda la experiencia valiera la pena”, detalló María Grasso.

En una pieza documental que retrata la ambivalencia del dolor y la esperanza humana, “Split at the Root” logra retratar la dureza de una realidad que confronta a seres humanos de todas partes del mundo en la búsqueda de una mejor calidad de vida para el desarrollo integral de sus hijas e hijos, desde una postura de valentía -y también de miedo-.

Fundación Coppel. Split at the Root
María Grasso, Linda Goldstein Knowlton y Julie Schwietert Collazo junto a Daniela Michel, directora general del FICM, Rocío Abud, directora de Fundación Coppel y Alejandro Ramírez, CEO de Cinépolis.

Así, grandes agentes sociales, como Fundación Coppel e Immigrant Families Together, dejan en claro que todos desde su ámbito tiene la capacidad para accionar y visibilizar los problemas sociales que afectan a las personas en pro de las dificultades que conmueven la sensibilidad humana. En esta ocasión, el puente de reflexión es la pantalla grande, una herramienta compleja, artística y estética que reúne expresión, mente y realidad en el evento más importante de la industria cinematográfica mexicana: el Festival Internacional de Cine de Morelia.

Cobertura y texto por: Jessica Martínez

 

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