América Latina podría ahorrar 64,000 millones de dólares (mdd) en combustibles de aquí a 2030 y dejaría de emitir 300 millones de toneladas de dióxido de carbono, si 22 ciudades remplazaran su flota de autobuses y taxis por vehículos eléctricos, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La oficina regional de ONU Medio Ambiente presentó los resultados de un estudio sobre los beneficios de implementar un sistema de transporte público eléctrico en ciudades de la región como Santiago de Chile, Buenos Aires, Río de Janeiro, Caracas, Lima, Quito, Bogotá, Panamá o Ciudad de México. “Los vehículos eléctricos son el medio de transporte más eficiente que existe en la actualidad, pues se alimentan de electricidad en vez de combustibles fósiles”, comentó Gustavo Máñez, coordinador de cambio climático de ONU Medio Ambiente para Latinoamérica. Máñez también dijo que la flota vehicular en América Latina, la que más crece del mundo, puede llegar a triplicarse en los próximos 25 años, lo que implicaría a su vez un aumento proporcional en emisiones de gases de efecto invernadero. La transición a vehículos eléctricos en estas ciudades ayudaría además a evitar la muerte prematura de más de 36,500 personas como consecuencia de las enfermedades respiratorias asociadas a la calidad del aire. El estudio fue realizado por la oficina de la ONU para el Medio Ambiente en conjunto con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y contó con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Unión Europea. También puedes leer: Así va la guerra por los vehículos autónomos

 

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