Atletas mexicanos como pólvora de cañón
La relevancia de los deportistas, su esfuerzo y desempeño en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Río 2016 los convierte en embajadores de México y motivo de unión y cohesión de toda una nación.
Estimado lector, quizás usted no tenga el dato a la mano, pero el pasado 18 de septiembre terminaron los Juegos Paralímpicos Río 2016. Se trata de un evento con el potencial de posicionar a México y extender su esfera de poder más allá de lo tangible. La relevancia de los atletas, su esfuerzo y desempeño en los pasados Juegos Olímpicos y Paralímpicos Río 2016 los convierte en embajadores de México y motivo de unión y cohesión de toda una nación.
Joseph S. Nye, Jr. denomina este fenómeno como Soft Power (Poder Inteligente), un tipo de poder que no necesita recurrir al uso de la fuerza ni a la coerción. El sustento del Poder Inteligente proviene de tres recursos esenciales: la cultura, los valores y la política exterior. Lo interesante es que no se encuentra totalmente en manos del gobierno, al contrario, los ciudadanos tienen la capacidad de generarlo. La cultura, el deporte, la gastronomía, la arquitectura y las marcas nacionales forman parte de la materia prima del Poder Inteligente, ya que sirven como herramientas para generar admiración por un país. Dicha admiración puede generar una esfera de influencia a nivel internacional y moldear comportamientos. Personajes como Steve Jobs o Mahatma Gandhi, marcas como Coca-Cola o Google, y deportistas como Usain Bolt o Roger Federer, han sido extraordinarios generadores de este singular poder.
Hace tres años escribí sobre esto, hoy lo reitero, México necesita hacer uso de todas aquellas iniciativas que nos fortalezcan interna y externamente. Proyectar al México de los ganadores, pero de manera inteligente, con Poder Inteligente.
En un principio, los Juegos Paralímpicos tenían el prefijo “para”, porque había presencia de participantes con parálisis o paraplejia, pero hoy se usa el prefijo griego para aludir a la proximidad o similitud con los Juegos Olímpicos.
Ambas celebraciones de Río 2016 han abierto la oportunidad para inyectar poder a México. Sólo hay que pensar en deportistas que han ganado en las Olimpiadas y Paralimpiadas, como Amalia Pérez, tricampeona paralímpica que rompió récord mundial en powerlifting en las Paralimpiadas de Río 2016, Eduardo Ávila, María del Rosario Espinoza, Germán Sánchez, María Guadalupe González, Soraya Jiménez, Paola Espinosa, el legendario jinete Humberto Mariles, y una lista interminable de atletas que han enaltecido el nombre de México. Las 67 medallas históricas del país en los Juegos Olímpicos y las 288 medallas en los Juegos Paralímpicos generan este poder que no se toca, pero se percibe y puede ser más potente que un Ejército.
Don Alfredo Harp Helú ha reconocido esta fuerza auténtica mexicana y es por eso que ha decidido redoblar esfuerzos y apoyar al deporte a través de la Secretaría de Marina y la Secretaría de Defensa Nacional, instituciones que han logrado forjar atletas que brillan en esferas internacionales. Cuatro de las cinco medallas obtenidas en los Juegos Olímpicos Río 2016 fueron por integrantes de las Fuerzas Armadas Mexicanas.
En Estados Unidos existe una Oficina de Asuntos Culturales que ha elaborado toda una doctrina basada en la Diplomacia Deportiva; vincula a los atletas estadounidenses con atletas extranjeros, otorga becas a jóvenes extranjeros que destacan por su talento, para estudiar en dicho país. Esta doctrina contribuye a que atletas como Michael Phelps o Simone Biles sean reconocidos a nivel mundial.
Actualmente, los atletas mexicanos son la pólvora para este tipo de poder. El Poder Inteligente nos permite a los ciudadanos reflejar lo que queremos ser y cómo queremos que nos vean, esta ventana de oportunidad está abierta. Hoy México necesita que nosotros, los ciudadanos, impulsemos iniciativas que construyan un mejor país, el deporte es pieza fundamental en esta dinámica.
Contacto:
Twitter: @a_legorreta / @OpcionaMX
Facebook: @opcionalacorrupcion
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.