Los bajos precios del petróleo, gas y gas natural licuado (GNL) además de débiles márgenes de refinación y químicos golpearon las ganancias del gigante energético Royal Dutch Shell en el tercer trimestre de 2019.
De julio a septiembre, los beneficios de la petrolera atribuibles a accionistas contabilizaron 4,767 millones de dólares (mdd), una caída de 15% comparada con el mismo periodo de 2018, cuando la firma registró 5,624 mdd de utilidad neta.
El resultado fue parcialmente compensado por contribuciones más fuertes de GNL, comercialización y optimización de productos petroleros, así como mayores márgenes provenientes de su división minorista y global.
“Este trimestre continuamos entregando un fuerte flujo de caja y ganancias, a pesar de los bajos precios sostenidos de petróleo y gas, y los márgenes químicos”, detalló el CEO de la compañía, Ben van Beurden, en su reporte de resultados financieros.
Los precios internacionales del crudo Brent han caído cerca de 20% en los últimos seis meses, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) cayó 15% en el mismo periodo.
Shell está lanzando el próximo tramo del programa de recompra de acciones, con una consideración total máxima de 2,750 mdd en el período hasta el 27 de enero de 2020. Desde el lanzamiento del programa, la petrolera ha recomprado 12,000 millones en acciones para su cancelación.
“Nuestra intención de recomprar 25,000 millones en acciones y reducir la deuda neta se mantiene sin cambios. Las condiciones macroeconómicas débiles prevalecientes y las perspectivas desafiantes inevitablemente crean incertidumbre sobre el ritmo de reducir el engranaje al 25% y completar el programa de recompra de acciones dentro del plazo de 2020”, agregó el directivo en
el documento.
Fundada en 1911, la petrolera neerlandesa vale 264,900 mdd, emplea a 81,000 personas y factura 382,600 mdd. Ocupa el puesto 9 de la lista Global 2000 de Forbes.
