El cambio climático se ha convertido en una prioridad para los consumidores. Por lo tanto, las empresas minoristas trabajan en iniciativas sostenibles y responsables, buscando un impacto positivo en sus marcas y en su reputación. Sin embargo, la dificultad de medir el impacto ambiental es un obstáculo que requiere herramientas y procesos de medición sobre estos esfuerzos.

Algunas áreas clave en sostenibilidad para los minoristas son: 

La venta circular

La creciente popularidad del mercado de reventa circular está siendo impulsada por la preferencia de los consumidores en realizar una compra sostenible y no pagar los altos precios de los productos nuevos.

Especialmente los millennials y la Generación Z son conscientes de lo que compran y parecen estar abiertos a productos usados como una opción más sostenible.

Muchos minoristas están creando plataformas propias para facilitar la recompra o la reventa entre pares, o asociándose con empresas de reventa establecidas.

Cadena de suministro sostenible

La rastreabilidad de productos alimenticios y la reducción de desperdicio de comida en la cadena de suministro son otras preocupaciones de los consumidores, así como simplificar y acortar las cadenas de suministro, dando prioridad a los productos locales. Además, se están implementando alternativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales se dividen en tres categorías:

  • Alcance 1. Son las emisiones que resultan directamente de las operaciones del minorista. Para disminuirlas, se puede invertir en flotillas de vehículos eléctricos y en combustibles alternativos (gas natural comprimido e hidrógeno) en sus camiones.
  • Alcance 2. Ocurre como resultado de operaciones indirectas, el uso de energía eléctrica y calefacción. Obtener energía de fuentes renovables como solar, eólica o biogás puede ayudar a reducirlas.
  • Alcance 3. Surge de operaciones que no están bajo el control del minorista y son las más difíciles de reducir. El reciclaje y la reducción de desperdicio de empaques a través de la economía circular permiten disminuirlas.

El papel de la tecnología

El uso de herramientas tecnológicas puede ayudar en las iniciativas sostenibles.

La tecnología blockchain puede incrementar el nivel de rastreabilidad y transparencia en todas las operaciones de la cadena de suministro. Permite rastrear productos, componentes y el progreso a través de la cadena de valor; de suministro a producción y de compras a deshecho, estableciendo un circuito rentable para la cadena de suministro.

La Inteligencia Artificial tiene varias aplicaciones en iniciativas sostenibles como el diseño de productos para una economía circular, mejorar la rastreabilidad de productos y funciones de predicción más confiables, al ayudar a reducir el desperdicio y el exceso de inventario.

Regulaciones

La regulación de sostenibilidad se está volviendo crítica para que los minoristas cumplan con las pautas emitidas por las autoridades reguladoras. En la Unión Europea tienen la obligación de informar sus métricas de sostenibilidad.

Observamos que los consumidores son más conscientes y tienden a priorizar su salud, el bienestar y el medioambiente con decisiones de compra sostenible, y muchos estarían dispuestos a pagar más si su producto refleja sostenibilidad. Sin embargo, la incertidumbre económica ejerce presión sobre los comportamientos sostenibles y puede ser solo una opción para aquellos que pueden permitírselo.

Las condiciones económicas personales modelan profundamente estas decisiones. Los consumidores de ingresos altos tienen más probabilidades de comprar bienes sostenibles por el contrario de los consumidores de ingresos bajos o medios. Si a estos consumidores no se les brindan los recursos necesarios y una visión prometedora del futuro, podríamos ver resistencia y una transformación desigual.

Por: Manuel Ostos, Socio Líder de la Industria de Consumo de Deloitte Spanish Latin America.