Centroamérica ha experimentado un largo proceso de integración que, sumado a los procesos de paz de algunos países, puede considerarse como uno de los planes de desarrollo regional más ambiciosos.       La región más abierta e integrada de América Latina y uno de los mercados más libres en el mundo. El grado de apertura comercial, medido como lasuma de sus exportaciones e importaciones,representa 96% del pib regional, mientrasque la apertura de Asia está alrededor de 63% del pib, y la de América del Sures de sólo 35%. El arancel promedio vigenteen Centroamérica es de 6%, y un 96% de laspartidas arancelarias centroamericanas yaestán armonizadas (en contraste, la Alianzadel Pacífico aspira a armonizar 92% de laspartidas arancelarias de los países miembrosen algunos años). Centroamérica ha experimentado un largo proceso de integración que, sumado a los procesos de paz de algunos países, puede considerarse como uno de los planes de desarrollo regional más ambiciosos. La integración aspira a remover las restricciones derivadas del pequeño tamaño de los mercados nacionales y consolidar un mercado ampliado que permita adquirir una escala crítica para su industrialización, volverse más atractiva para la inversión privada, y transformar su estructura productiva. El proceso de integración ha propiciado que los países del Mercado Común Centroamericano tengan el coeficiente de comercio intrarregional más alto de toda América Latina. El comercio intrarregional corresponde al 26% del comercio de Centroamérica, mientras que otras subregiones de América Latina tienen proporciones de comercio intrarregional sobre el comercio total mucho menores, oscilando entre 9% y 15%. Asimismo, entre 1990 y 2011 las tasas de crecimiento del comercio intrarregional de todos los países de Centroamérica (conexcepción de Nicaragua) han sido mucho más robustas que las tasas medias del crecimiento de las exportaciones al resto del mundo. Además, la estructura del comercio intrarregional tiene una mayor participación de bienes de mediana tecnología que sus exportaciones al resto del mundo. Así, la integración y el mercado centroamericano han incentivado un cambio en estructura productiva y fomentado la industrialización de los países de la región. Panamá exporta medicamentos a Centroamérica; Honduras, aceites y artículos plásticos; Nicaragua, productos lácteos; Costa Rica, productos alimentarios y cables de electricidad; Guatemala, productos laminados y gas de petróleo, y El Salvador, textiles, entre otros productos. Uno de los mayores retos que enfrenta el comercio intrarregional, y que amenaza su potencial crecimiento, es el costo del transporte y la logística. Los gastos aduaneros (11%) y de transporte y seguridad (23%) exceden ampliamente los impuestos al comercio (6%) en la región. Atender el hardware (infraestructura) y el software (aspectos regulatorios) que crean estas ineficiencias y altos costos logísticos es un imperativo para el futuro económico y la transformación productiva de Centroamérica. La implementación del procedimiento de Tránsito Internacional de Mercancías (tim), basado en métodos informáticos aduaneros armonizados, así como el Documento Único de Tránsito (dut), que integra todos los requerimientos de las diversas autoridades en los puestos fronterizos del Corredor Pacífico desde México hasta Panamá, significan grandes avances para el comercio intrarregional. Pero estos pasos no deben posponer el establecimiento de una Unión Aduanera Centroamericana. El comercio de Centroamérica con China se ha incrementado de forma extraordinaria. China es el primer proveedor de importaciones de Panamá. Es el segundo socio más importante para suplir las importaciones de Costa Rica, Honduras y Nicaragua, y constituye el tercer socio más relevante en importaciones de Guatemala. Por cada dólarque Guatemala exporta a China, importa 37 dólares, y en Centroamérica sólo Costa Rica mantiene un superávit comercial con ese país oriental. Las importaciones desde China hacia países centroamericanos han crecido a una tasa de 28% anual entre 2003 y 2012, cuatro veces más que las importaciones globales de la región. La amenaza competitiva que la dinámica del comercio con China representa para el comercio interregional no puede ser subestimada. Es importante desarrollar una estrategia centroamericana común, que permita potenciar esta relación y atender estos desequilibrios.   Hugo Beteta es director de la Sede Subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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