La logística de la globalización comercial del siglo 21 es el arte de calcular y superar todas las variables, ponderables e imponderables si se puede, para lograr que uno o una serie de productos arriben al mercado local, regional e internacional de consumo en condiciones competitivas y atractivas para el público y que cumplan con las reglamentaciones de cada país. A semejanza de la logística que los ejércitos utilizaban para calcular que sus tropas llegaran bien comidas y con las habilitaciones que les garantizarán la victoria, hoy la logística asume ser garante de que los productos de las empresas estarán en competencia favorable en los mercados. Interactuar hacia una amplia gama de variables, por ejemplo, llevar varias toneladas de las deliciosas jícamas del estado de Morelos a la ciudad de Shanghái, significa considerar condiciones y costos de varios modos de transporte, de climas, empaque, embalaje, almacenamiento, pago de aranceles, gestión aduanal fitosanitaria, tiempos de traslado para que lleguen en la fecha pactada. Imponderables de la naturaleza como tormentas, marejadas, detenciones de revisión por autoridades, incidentes de cierre de caminos o de atraco a las embarcaciones pueden frustrar o retrasar los envíos, pero hay que estar abiertos para resolverlos cuando se presentan. Todo ese cálculo es prácticamente imposible que lo pueda hacer una empresa exportadora, o mucho menos un gran productor, pues para ello requiere de especialistas en el cálculo logístico.  La profesionalización académica, universitaria, de las prácticas logísticas en México están avanzadas y los programas educativos buscan la formación de recursos humanos de alta especialidad en el comercio internacional. Los ingenieros en logística y transporte encuentran colocación rápida en las empresas del ramo en México, estimadas en más de 400, entre los prestadores del transporte que también necesitan de expertos que atiendan a este tipo de empresas o de las corporaciones exportadoras que requieren de un enlace propio con los operadores logísticos. El perfil de los aspirantes al quehacer logístico requiere de gente que gusta profundizar en el autoaprendizaje, de trabajar en equipo al ser parte de una cadena de suministro, que sabe sortear periodos de presión, que habla al menos dos idiomas, con capacidad organizativa y sentido de cumplir los compromisos. Por la dimensión y las expectativas que a futuro tendrá el comercio internacional, por la tendencia a desarrollar regiones y tratados multinacionales de libre comercio continentales y bicontinentales como el Transpacífico entre Asia y América, la demanda de expertos logísticos tendrá un incremento aún superior al registrado en los últimos 20 años en México y por ello es menester generar mejores profesionales en beneficio del país.

 

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