Tras el paso del huracán Otis, las medidas emprendidas por las autoridades han sido insuficientes para la reactivación de Acapulco, al grado de que las brechas de desigualdad se han ampliado y solo una minoría de negocios ha reabierto, de acuerdo con el análisis “Las huellas de Otis en Acapulco”, realizado por Integralia Consultores.
Solo entre 10% y 15% de negocios en Acapulco logró una reapertura en los primeros meses de 2024, mientras que otros comercios han cerrado definitivamente, dice el informe de la consultora, citando cifras de la industria.
Sin embargo, añade, “la fase de reconstrucción posterior a Otis presenta una oportunidad para abordar las desigualdades históricas y construir una realidad mejor que la que se tenía, es decir, no solo reparar los daños sino crear las condiciones para una sociedad más equitativa”.
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Asimismo, tras la realización de encuestas, visitas de campo y revisiones documentales, Integralia enlistó en su documento una serie de recomendaciones para lograr una reconstrucción hasta alcanzar un Acapulco más justo, equitativo, seguro, moderno y sustentable.
Por principio, dice, se deben implementar medidas de seguridad ciudadana con una visión a largo plazo, que puedan sostenerse más allá de la Guardia Nacional.
‘Hay que desmantelar las bases sociales del crimen organizado’
Se deben desmantelar las bases sociales del crimen organizado, así como sus sistemas de inteligencia y fuentes de financiamiento, sostiene.
En el aspecto económico, la consultora dice que se debe enfatizar la creación permanente de habilidades prácticas que respondan a las necesidades del mercado laboral local.
“El fortalecimiento de la educación y la capacitación para el trabajo se presenta como un eje crucial para asegurar el futuro de Acapulco”, ahonda.
Se debe desarrollar un plan de reconstrucción que trascienda los límites temporales de la actual administración, librando los cambios que pudieran surgir tras las elecciones de este 2024, agrega el listado.
“Este plan deberá contemplar acciones específicas para mitigar y reducir el riesgo de desastres futuros, integrando soluciones basadas en la naturaleza y tecnologías sostenibles”, indica.
La reconstrucción, añade, debe incluir redes eléctricas y sistemas de agua y saneamiento con estándares de resiliencia ante desastres naturales.
En cuanto a los negocios, la recomendación de Integralia es que las autoridades deben considerar que si este sector no cuenta con un respaldo financiero para la reconstrucción, podría ser más lenta la recuperación, lo cual impactará en el empleo y la economía local.
El impacto económico de Otis se estima en más de 10 mil millones de dólares.
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