El día que Donald Trump iba a terminar con el T-MEC
El extitular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo Villareal, relata el día en que Donald Trump quiso terminar con el T-MEC y la lección que aprendió de las negociaciones.
El 26 de abril de 2017, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tenía una carta sobre su escritorio que ponía fin a la participación de su país en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo cual mataba cualquier esperanza de un proceso de renegociación. Así iniciaba la historia del llamado “miércoles negro”.
En la prensa internacional, la noticia sobre la intención del mandatario estadounidense de retirarse del acuerdo corría como pólvora y parecía inevitable el desenlace, pero ese día algo sucedió. Ildefonso Guajardo Villarreal, entonces titular de la Secretaría de Economía (SE), fue testigo de una “movilización extraordinaria” de aliados de México para cambiar por siempre la narrativa de lo que sería el inicio de una renegociación el 17 de agosto de 2017.
Así lo recuerda todo el exfuncionario en tiempos de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, quien acepta que la historia reciente del acuerdo comercial pasó por varios momentos complejos. “Hacia el cierre (de las negociaciones), sin duda, se vivieron horas muy fuertes para lograr los objetivos que traíamos en el proceso. Finalmente, todo vale la pena y siempre ayuda la serenidad con la que siempre ves las cosas hacia adelante”, dice en entrevista Ildefonso Guajardo.
El pasado 19 de junio, la Cámara de Senadores aprobó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), acuerdo que sustituyó, tras una renegociación el TLCAN.
Tras su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), a finales de julio pasado, México espera que ocurra lo mismo con el T-MEC en los respectivos congresos de sus socios comerciales.
La historia del T-MEC aún no termina. Sin embargo, el proceso ha dejado lecciones para los tres países. Guajardo Villarreal se encuentra convencido de que la renegociación que resultó en el T-MEC marca un antes y un después en la historia de un acuerdo comercial.
“La diferencia de este momento en la negociación (comparado con el pasado) es que ibas contra visiones económicas distintas y contrastantes (…) era necesario encontrar un equilibrio”, dice el economista nacido el 26 de abril de 1957, en Nuevo León.
La fragilidad de la memoria
Previo a la conversación, Ildefonso Guajardo Villarreal camina sonriente por los pasillos del Hotel St. Regis, en Ciudad de México. Su presencia no pasa desapercibida, pero esta vez camina sin el peso de los días de renegociación del TLCAN y se detiene para conversar con viejos conocidos o personas deseosas de estrechar su mano.
Los empresarios lo saludan e intercambian bromas y saludos en una sala próxima al salón de conferencias en donde se lleva a cabo el Foro Forbes 2019.
Sin embargo, el inicio de la conversación transforma su rostro y la sonrisa del ahora analista económico desaparece. Sus ojos centran su atención en las preguntas y sus gestos se vuelven duros, mientras la memoria del pasado trae de vuelta al negociador de siempre en la historia del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México.
—¿Cómo se siente de ser tan querido por el sector empresarial y reconocido por su trayectoria el sector público?
—Más que nada, lo que sí sientes es que cuando el destino te puso uno de los retos más grandes que pudiste haber tenido hasta este momento, lo logramos afrontar con una convicción y una fortaleza y con una definición siempre a favor de México, y eso se refleja más allá del sector empresarial.
Al principio, sin duda, lo más frágil que hay en la vida es la memoria, pero por donde quiera que me tocaba viajar me encontraba gente agradeciendo el esfuerzo que como equipo hicimos en el proceso de negociaciones, no solo en el gobierno de salida, sino también del entrante. Uno de los más grandes retos fue coordinar e interactuar con un equipo que se encontraba en el proceso final, y abrir la participación a un gobierno electo.