En México, uno de los negocios más lucrativos es el bancario. Este sector es constantemente criticado por las altas ganancias que registra. ¿Cuáles son los más rentables y qué factores impulsan sus resultados?   Por Eduardo García   Desde mediados del siglo pasado, los banqueros, una de las clases más acaudaladas de México, han cobrado un lugar preponderante en la caricatura política mexicana. Ese grupo ha sido por lo regular caricaturizado con vestimenta del pasado —frac y sombrero de copa o bombín— aun cuando hoy ningún banquero viste así. La indumentaria, sin embargo, sirve para reflejar su alto estatus. Claro que, aunque no todos los banqueros son ricos per se —incluso algunos que regresaron a esa industria en la década de 1990, tras la nacionalización de la banca en 1982, como la familia Garza Sada, de Monterrey, o las familias Alcántara y Rodríguez, de la Ciudad de México, perdieron millones de dólares con la debacle que trajo al sector la devaluación de diciembre de 1994—, los bancos, por lo general, si son bien manejados, suelen ser rentables. Esa alta rentabilidad provoca incluso que muchos empresarios o empleados de bancos busquen ingresar, ya sea invirtiendo en la industria o independizándose para forjar su propia empresa financiera, a ese selecto grupo. Las ganancias, no sólo de la banca sino de los negocios financieros en general, han hecho que en los últimos años surjan nuevas empresas financieras o bancos, como han sido los casos más recientes de Banco Bicentenario, que ya opera, o el reciente permiso que otorgaron las autoridades para que operen en el país el Banco Progreso de Chihuahua y el Banco Finterra. Hoy operan en el país 44 bancos, aunque los más conocidos son los seis más grandes. Sin embargo, no porque algunos bancos carezcan de una presencia física significativa, o porque sean poco conocidos, quiere decir que son menos rentables. Al contrario, tras realizar una investigación sobre la rentabilidad de las instituciones bancarias en México, medida por el indicador de Retorno Sobre Capital (ROE, por sus siglas en inglés), que mide la utilidad neta que obtiene un banco dividida entre el capital que representan las acciones de esa institución, Forbes México encontró que sólo tres de los 10 bancos más grandes del país forman parte de la lista de los 10 más rentables del país: Inbursa, Interacciones y Santander.  A pesar de no ser tan conocidos, bancos como Forjadores, Banco Base, CIBanco, entre otros, resultaron mucho más rentables que BBVA Bancomer y Banamex, los dos más grandes del país. Por lo general, esos bancos menores realizan sus actividades de forma discreta y dan servicio a grupos que conocen bien, con lo que evitan los problemas que golpean las utilidades de otros, como recientemente ocurrió con Banamex. Los fraudes que sufrió la filial de Citigroup, el tercer banco estadounidense, por parte de la empresa de servicios petroleros Oceanografía, y de otra compañía similar, obligaron al banco a reajustar a la baja las ganancias el año pasado, y con ello a reducir su rentabilidad, alejándola de la lista de los 10 más rentables. Al cierre de 2013, Banamex ocupaba el lugar 16 de 44.   Cuestión de vocación ROE es uno de los mejores indicadores sobre la rentabilidad de los bancos, ya que permite conocer el monto de utilidades netas que generó un banco en términos de las inversiones que han realizado en éste sus accionistas. En los bancos, las utilidades netas se obtienen, en general, de los ingresos generados por el pago de intereses que hacen sus clientes de los préstamos que les otorgó la institución, más otros ingresos, como las comisiones, menos los pagos que tienen que hacer a sus clientes por los depósitos realizados. El banco más rentable en México el año pasado, con base en el ROE, fue la filial del estadounidense Bank of America Merrill Lynch, que fue seis veces superior al de Banamex, según estadísticas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). La alta rentabilidad de Bank of America y la de otros bancos, como la filial mexicana del mayor banco alemán, Deutsche Bank, y CIBanco, el segundo y tercer bancos más rentables del país en 2013, deja en claro que el tamaño no es lo más relevante. Bank of America en el país, por ejemplo, no tiene más que una sucursal, que es básicamente su oficina. No tiene cajeros automáticos ni emite tarjetas. Lo mismo ocurre con Deutsche Bank en México, que brinda sus servicios a grandes corporaciones y gobiernos. CIBanco, por su parte, es un banco mediano, el número 21 en términos de activos, que emergió de la casa de cambio Consultoría Internacional en 2008. Esas limitaciones, sin embargo, poco tienen que ver con su buena o mala rentabilidad. El año pasado, las tres instituciones superaron hasta en cuatro veces en ese aspecto a BBVA Bancomer, filial del segundo banco de España, Banco Bilbao Vizcaya. La rentabilidad del mayor banco del país no le permitió estar en la lista de los 10 más rentables y se posicionó en el sitio 11. Claro, la capacidad de generar ingresos y utilidades de los mayores como BBVA Bancomer, Banamex o Banco Santander México es centenas de veces superior a la de estas instituciones financieras menores. Por ejemplo, el resultado neto de BBVA Bancomer el año pasado fue de 30,829 millones de pesos (mdp), mientras que el resultado neto de la filial de Bank of America, el banco número 14 por tamaño, fue de 445 mdp. Además, los mayores bancos del país, a diferencia de los bancos más rentables, cuentan con miles de sucursales para recabar depósitos, miles de cajeros automáticos que permiten a sus clientes llevar a cabo transacciones en múltiples sitios y tienen millones de clientes. Algo que ni Bank of America, ni Deutsche Bank (el número seis por activos), ni CIBanco pueden presumir. Después de CIBanco, los bancos más rentables son, de hecho, ya bastante conocidos. (Para ver el listado completo de los bancos más rentables en el país y de la rentabilidad de los 10 más grandes, consulta los cuadros al final de este texto.) BanCoppel es, por ejemplo, el cuarto más rentable. La institución ofrece servicios bancarios a los clientes de las tiendas Coppel, dedicadas a la venta de aparatos electrodomésticos, muebles, artículos de línea blanca, para el hogar, ropa y otros productos. Las tiendas y el banco son controlados por los mismos accionistas: la familia Coppel. Los clientes de BanCoppel (el 23 más grande) son por lo general de escasos recursos. La institución sigue un modelo de negocio similar al de Banco Azteca, que es filial de la cadena de tiendas Elektra, que vende aparatos electrodomésticos, muebles, motos y otros artículos. Tanto BanCoppel como Banco Azteca, el número 12 por tamaño y el 33 por rentabilidad, atienden segmentos de la población de escasos recursos o de recursos medios. Hasta hace poco esos grupos no gozaban de servicios bancarios en el país. Sin embargo, esta situación ha cambiado de manera importante en la última década, no sólo por la llegada de BanCoppel o Banco Azteca, sino también por la aparición de instituciones dedicadas a proporcionar micropréstamos, como son Banco Compartamos y Forjadores. Este último es la filial mexicana de la institución financiera peruana Grupo ACP, y la octava más rentable del sistema bancario mexicano a finales del año pasado, de acuerdo con estadísticas de la CNBV. Este tipo de instituciones bancarias tienen altas posibilidades de crecer en los próximos años por los bajos niveles de penetración que aún tienen los servicios bancarios en el país, donde menos de 50% de la población adulta tiene acceso a ese tipo de servicios. El quinto banco más rentable en el país es Inbursa, de Carlos Slim. De ser un banco especializado en dar servicios a empresas, principalmente a grandes corporativos, ha modificado su modelo de negocio para poder jugar en el segmento de la banca al menudeo. Luego está The Bank of New York Mellon. Esta institución, que hace unas semanas pasó a manos de CIBanco, se dedica principalmente a resguardar valores, principalmente bonos que emiten empresas y que adquieren inversionistas en el mercado de valores mexicano. También realiza transacciones fiduciarias. Por ello la institución carece de trato con el público general y no es conocida, más que en los círculos financieros. Los tres últimos sitios del listado los ocupan Banco Base, Banco Interacciones y Banco Santander. Este último es el tercer banco más grande del país y, por lo tanto, el más rentable de los más conocidos. Su rentabilidad es superior a la de BBVA Bancomer, Banamex, Banorte y HSBC México. Base es una institución que nace de las operaciones de Base Internacional Casa de Cambio. Hoy cubre ya no sólo las necesidades cambiarias de sus clientes corporativos, sino que también les ofrece toda una gama de servicios bancarios. Es considerado como un banco de nicho al atender las necesidades de clientes corporativos, para lo cual ha extendido su presencia a distintas partes del país con la apertura de 11 sucursales. Por lo que se refiere a Interacciones, la novena más rentable del país, es también un banco de nicho dedicado a atender las necesidades de financiamiento del gobierno federal y de los gobiernos estatales y municipales. Además se especializa en el financiamiento de proyectos de infraestructura originados por los gobiernos y ofrece préstamos a pequeñas y medianas empresas proveedoras del sector público del país. hsbc1

 

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