- Llevamos 10 años de estrategia fallida. Desde 2008, Estados Unidos nos metió en una guerra sin nombre, sin sentido y sin efectividad que ha incrementado la violencia de alto impacto a niveles nunca vistos en el país.
- Tres causas de violencia: Desequilibrios sociales, mal gobierno y mercado negro de drogas. No podrán atenderse los dos primeros, si antes México no disminuye el poder económico, social y bélico de las mafias. Eso se logra con regulación de drogas. Un tema que ningún candidato o partido ha querido hacer propio por temor a los prejuicios nacionales y a la DEA.
- Corrupción. Hay dos causas fundamentales de corrupción, la de mal gobierno y la de mercado negro de drogas. La primera se combate con una reforma de gobierno, con sistemas de transparencia y vigilancia ciudadana, lo que llamo “contraloría total”. La segunda es de alto impacto, implica el colapso de la autoridad, es parte del “plata o plomo” del mercado de drogas y se combate con la misma medicina mencionada: la regulación de drogas. De igual manera, es muy difícil combatir la corrupción de mal gobierno, si antes no se elimina la de alto impacto. Pocos entienden esa diferencia.
- Desarrollo económico y pobreza. Mucho dependerá de la renegociación del TLCAN, pero hay otros temas como el desequilibrio y la pobreza estructural de algunas regiones. Algunos candidatos se dedican a hablar del pasado agrícola o industrial; sin embargo, el verdadero tema es el futuro: nuevas conexiones a industrias de información y servicios, tanto internamente como con el resto del mundo. La pobreza se resuelve con conexiones. Es difícil hacer conexiones de turismo, comercio o inversión con violencia y corrupción de alto impacto.
- Relación con Estados Unidos. Tenemos un vecino política y socialmente inestable. EU está en crisis. Sí, Donald Trump nos pone a pensar, pero debemos pensar más allá. Debemos pensar en el 37% que lo apoya incondicionalmente, la incapacidad de la clase gobernante, el racismo y la xenofobia. También debemos pensar que Estados Unidos nos ha metido en una guerra desde hace muchos años y que nos usa de piñata para justificar los fracasos de su política económica, social y de drogas. Urge una postura digna, independiente, inteligente y sana para México, con o sin Trump.
- Buen gobierno. El mal gobierno tiene dos efectos: la corrupción y la ineficacia, a veces es más costosa la segunda. ¿Se imagina usted un México con un gobierno competitivo? Es factible, pero se requiere una reforma de gobierno profunda e inteligente como la que hicieron en Europa occidental, Canadá, Nueva Zelanda y Australia hace más de 20 años o, más recientemente, en Singapur. El know-how ahí está y se ha aplicado a países como el nuestro y en el nuestro (algunos casos), pero no ha existido liderazgo político para implementarla así, estratégicamente. Tampoco se ha entendido la diferencia entre democracia y buen gobierno; están relacionados, pero no son sinónimos, ni se resuelven con las mismas herramientas.
Es tiempo de pensar en el futuro de México
Es momento de conformar una visión de futuro, con enfoque de largo plazo y actitud pragmática, más allá de la miopía y aridez que los candidatos o partidos nos ofrecen
Por Santiago Roel*
Se inician los tiempos electorales y México se preocupa por su futuro: candidatos, partidos, riesgos y oportunidades. Los principales temas son: seguridad, corrupción, desarrollo económico, pobreza, buen gobierno y relación con Estados Unidos. Los temas -como siempre- están correlacionados.