Es una realidad que los tiempos más turbulentos pueden convertirse en tierra fértil para las nuevas soluciones. Ante las dificultades que trajo la pandemia, Raquel Henares decidió que era el momento adecuado para crear en México una incubadora de proyectos con filosofía sostenible para proponer soluciones ante diversas necesidades en comunidad.

Fue así como nació Santo Vecino, una plataforma de intercambio entre bienes y servicios que conecta una necesidad con una solución. Esta incubadora de proyectos se perfila como un motor de cambio social y económico en México, alcanzando más de 20,000 usuarios con más de 2,000 intercambios realizados.

Este modelo de economía colaborativa, basado en el trueque mexicano, no sólo genera oportunidades laborales, sino que también está formando un impacto económico significativo, con un ahorro estimado de 1.6 millones de pesos gracias a los intercambios realizados en los últimos cinco meses.

“Santo Vecino nació en pandemia, cuando éramos un mundo de gente con intención de poder crear algo para ayudar a salir adelante, era un momento con muchísima falta de liquidez, encerrados en casa con incertidumbre por delante. A partir de ahí creamos una idea, la posteamos en LIn y en un sólo día recibimos más de 100 personas que dijeron “sí, ¿cómo empezamos?”. Queríamos ayudar a que entre todos pudiéramos salir adelante mediante una colaboración tremenda. Me sorprendió que nuestro foco es el intercambio y la productividad, no existía nada similar más que grupos en Facebook, así que decidimos empezar un proyecto con envergadura fuerte y sólida”, expresó Raquel Henares, fundadora de la plataforma, en entrevista con Forbes México.

Este proyecto está diseñado para ser inclusivo y accesible para todos, independientemente de su situación económica: desde profesionales hasta trabajadores de distintos sectores. La plataforma promueve la colaboración y el intercambio de servicios de manera gratuita.

En palabras de la emprendedora española, Santo Vecino está inspirado en el resurgimiento del modelo prehispánico de trueque, que ha permitido que familias mexicanas satisfagan sus necesidades básicas sin depender exclusivamente del dinero. Por ejemplo, cubrir gastos de educación y salud, pagar servicios básicos como agua y luz.

“Mi visión inicial fue crear una incubadora de proyectos con impacto social. Buscamos alternativas creíbles y sostenibles, con trascendencia y utilidad. Santo Vecino es una plataforma social de intercambio entre bienes y servicios en la que se propone la interacción de productividad, recursos y talentos”, detalló Raquel Henares en entrevista.

Sin embargo, los desafíos han sido claros. La emprendedora enlistó que la tolerancia a la frustración y la capacidad de reponerse ante los problemas han sido sólo dos de los retos más importantes para ella en este proyecto. “Crear una idea es sumamente sencillo. Todos podemos tener ideas brillantes, pero materializarlas, hacerlas realidad, es lo más complicado”, dijo.

Raquel Henares, de origen español, dejó en claro que la motivación por crear Santo Vecino como un proyecto de colaboración sostenible fue devolver a México lo que le ha ofrecido a lo largo de los últimos 10 años de residencia en este país.

“Nunca había conjugado mi parte profesional con un proyecto social, para mí emprender siempre había sido algo que me generaba muchísimo vértigo, mucho respeto. No vengo de una familia adinerada ni una red de contactos muy amplia para dar pasos mucho más seguros. Poco antes de pandemia decidí que quería dedicarme a algún proyecto de Economía Circular, y después de atreverme he aprendido mucho. Me ha ayudado no tener miedo al fracaso.”

A lo largo de su extensa trayectoria profesional, Raquel desempeñó roles de liderazgo en diversas marcas, tanto nacionales como internacionales, destacándose especialmente como Chief Marketing Officer. Después de dos décadas de experiencia, tomó la valiente decisión de aventurarse como emprendedora.

Como fundadora, Raquel Henares lidera la visión estratégica, toma decisiones clave, forma equipos de alto rendimiento, busca recursos financieros, desarrolla la plataforma, establece alianzas estratégicas, crea estrategias de crecimiento y marketing, proyecciones financieras y organiza mesas redondas con inversores.

CASOS DE ÉXITO

Un ejemplo conmovedor es el caso del dueño de una tintorería que necesitaba clases de computación para su hijo. A través de Santo Vecino, se conectó con Víctor, un maestro de secundaria en tecnología que necesitaba ayuda con el planchado de sus camisas. Este intercambio no sólo resolvió ambas necesidades, sino que también fortaleció los lazos comunitarios, demostrando el poder del trueque colaborativo.

Más que una plataforma de intercambio, Santo Vecino se posiciona como un símbolo de solidaridad y apoyo mutuo. Además de facilitar intercambios de servicios, la plataforma cuenta con una sección de donaciones, donde los usuarios pueden ofrecer y recibir ayuda de manera gratuita. Asimismo, ofrece iniciativas para involucrar a jóvenes en el apoyo a personas mayores, fomentando la inclusión y cohesión social.

“Queremos seguir creciendo y expandiendo nuestro impacto. Nuestro objetivo es llegar a 4 millones de usuarios en los próximos cinco años y expandirnos en toda Latinoamérica”, detalló Raquel.

Ante la desigualdad económica y el desempleo, Santo Vecino representa una luz en el horizonte, ofreciendo una alternativa sostenible y colaborativa para mejorar las condiciones de vida.

En palabras de la fundadora, el nombre del proyecto Santo Vecino refiere a una expresión de asombro ante la aportación, apoyo y comunión entre personas. Los seres humanos somos entidades sociales, por lo tanto, constantemente estamos aportando y recibiendo entre colectivos, en un circuito simbólico de colaboración. Así, la persona que tenemos al lado puede ser la siguiente que nos brinde su apoyo, mientras que nosotros podemos ofrecer una solución a quienes están cerca. 

Raquel Henares no solo se destaca en el mundo empresarial, sino que también es una apasionada defensora del cambio social y una atleta de alto rendimiento. Su visión es generar un impacto positivo y significativo en la sociedad, trabajando en colaboración con otros para lograrlo.

Raquel Henares detalla cómo la economía colaborativa le permitió crear una incubadora de proyectos donde las personas pudieran intercambiar bienes y servicios, inspirándose en el ejercicio de trueque prehispánico.

 

Siguientes artículos

Netflix-estrenos-abril
Netflix suma 9.3 millones de clientes en el 1T gracias a planes con publicidad
Por

La empresa indica que dejará de informar sobre las incorporaciones de suscriptores cada trimestre a partir del primer cu...