La falta de inversión ha sido la limitante más importante del crecimiento, por lo que la estrategia de desarrollo debe centrarse en la acumulación de capital productivo, lo que  incrementará la productividad total y la capacidad para crecer.       Finalmente el gobierno mexicano parece estarse convenciendo de que la inversión, no la productividad, es el factor clave para aumentar la capacidad productiva del país. Las autoridades han anunciado un ambicioso plan de infraestructura para los siguientes cinco años, enfatizándolo como un detonador importante del crecimiento económico el país. Esto confirma nuestra visión de que la inversión ha sido la restricción más importante del crecimiento de la economía en la última década, contrario a la visión oficial del Plan Nacional de Desarrollo (PND) que establece la caída en la productividad como la causa del mediocre crecimiento económico de las últimas décadas. Este anuncio puede ser el inicio del reconocimiento de que la falta de inversión ha sido la limitante más importante del crecimiento y de que la estrategia de desarrollo debe centrarse en la acumulación de capital productivo, lo que al final incrementará la productividad total en la economía y consecuentemente la capacidad para crecer. Recientemente el gobierno anunció su Programa Nacional de Infraestructura, cuyo objetivo es modernizar al país y hacerlo más competitivo. El programa considera inversiones por un total de 4 billones de pesos (alrededor de 320,000 millones de dólares) para los próximos cinco años. Dicha inversión total en infraestructura representa alrededor de 22% del Producto Interno Bruto (PIB), ligeramente menor a 5 puntos porcentuales del PIB cada año durante el próximo quinquenio. El plan también considera que la inversión podría aumentar de aprobarse la reforma fiscal para finales del presente año. Más allá del impacto directo de dicha inversión en el PIB anual, el efecto más importante se producirá sobre la capacidad productiva a futuro y sobre todo en el crecimiento potencial del país. Con esta acción el gobierno comienza a atender de manera directa el proceso de desinversión crónica que ha padecido la economía mexicana en los últimos 12 años, en lugar de tomar el camino más largo al éxito, como el planteado en el PND, a través del aumento en la productividad, que requiere medidas de más largo plazo. De esta manera, el aumento en la productividad será el resultado del proceso de inversión productiva, en lugar de ser la causa del crecimiento. Así, el país parece estar tomando el camino correcto para llegar a la tierra prometida (México Próspero) a través de la aceleración en la acumulación de capital. México necesita empezar a invertir intensivamente en el presente para poder aumentar el crecimiento y productividad en el mediano y largo plazos.     Contacto: Twitter: @AlfredoCoutino http://www.alfredocoutino.com

 

Siguientes artículos

Tecnología móvil en empresas conservadoras, el gran reto
Por

La decisión ejecutiva, capacitación e información son las herramientas básicas para llevar a cabo una implementación de...