Finanzas públicas de estados no dan para fondos de estabilización

A excepción de la Ciudad de México, la única entidad del país que cuenta con un Fondo de Estabilización de Ingresos propio, los estados son actualmente incapaces de generar un instrumento financiero que permita amortiguar sus ingresos en caso de que se presente alguna contingencia. El desorden en sus finanzas públicas y la falta de recursos no permiten que las entidades federativas puedan contar con remanentes de ejercicios fiscales anteriores y con ello integrar un fondo como con los que cuenta actualmente el Gobierno Federal y el gobierno de la Ciudad de México. “No tienen dinero, tienen finanzas públicas muy desordenadas, hay serios problemas de deuda, entonces hay problema de financiamiento y hay también malos procesos administrativos. Por eso no hay este tipo de instrumentos”, dijo Vidal Llerenas Morales, secretario de la Comisión de Presupuesto y cuenta Pública de la Cámara de Diputados. Aunque la integración de este tipo de instrumentos no resulta imposible para las entidades federativas, éstas también cuentan con pocas facultades, comentó el diputado federal en entrevista con Forbes. En promedio, 85% de los ingresos de los estados proviene de las transferencias federales por lo que una disminución en los ingresos subnacionales o en la recaudación local no generaría impactos severos, lo que tampoco incentiva a generar sus propios fondos de estabilización, explicó Llerenas. Para compensar la disminución en las participaciones de los estados, vinculadas con la recaudación a consecuencia de una reducción de ésta con respecto a lo estimado en la Ley de Ingresos está el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF). De acuerdo con el artículo 19 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, 25% del remanente de los ingresos excedentes de la Ley de Ingresos, se destinará al FEIEF. En tanto que la Ciudad de México cuenta con el Fondo de Estabilización de los Ingresos de la Ciudad de México, establecido en 2014, y que actualmente asciende a 8,000 millones de pesos. Este fondo es un instrumento de ahorro a largo plazo conformado por recursos remanentes de ejercicios fiscales anteriores y que se tiene previsto utilizarse en escenarios adversos como la disminución de ingresos o desastres naturales. El Secretario de Finanzas de la Ciudad de México, Edgar Amador Zamora, ha señalado en diversas ocasiones que a través de este fondo se pueden cubrir caída de los ingresos federales y los propios, lo que genera mayor certidumbre en las finanzas de la capital del país. Ambos fondos son un instrumento para prevenir vaivenes financieros de corto plazo, en un país cuyos ingresos dependen en gran medida del petróleo, sin embargo, estos deberían estar planeados también para apoyar la inversión, consideró Vidal Llerenas. “Debería haber más reglas y que sean a largo plazo, que tal vez financiarán inversión de largo plazo, algún tipo de ingeniería que también pudiera generar inversión. Pero han servido un poco para que de un año a otro no se modifiquen mucho las cosas en materia de ingresos”, advirtió. El Fondo de Estabilización de los Ingresos de la Ciudad de México tiene poca transparencia en cuanto a sus reglas de operación, en opinión de Llerenas. “Debería ser más claro, yo no lo alcanzo a ver en la cuenta pública, o sea si tiene un problema que lo manejan fuera de la cuenta pública y como nunca lo han usado, como que lo van llenando. Hay un problema de transparencia”, explicó. El experto consideró que la razón por la que la administración capitalina tiene remanentes cada año para integrarlos a su fondo de Estabilización es la escasez de proyectos de inversión pública que logra concretar y la mala planeación en finanzas públicas. En ese sentido, consideró que los remanentes deberían de enfocarse en disminuir la deuda de la Ciudad de México que sumó 76,459 millones de pesos en 2016, lo que representa 2.2% del PIB de la capital del país.