El Fondo sostiene que aunque hay un repunte “significativo”, no será suficiente para compensar el primer trimestre que fue golpeado por un duro invierno, detracciones de inventario, un mercado inmobiliario que aún luchan y más lento externa la demanda.   El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó su estimación de crecimiento para los Estados Unidos a 2% para el 2014 desde el 2.8% proyectado en abril y sólo una décima por arriba de lo registrado en  el 2013. No obstante, el organismo que dirige Christine Lagarde aún espera un crecimiento del 3% en 2015. El Fondo sostiene que aunque hay un repunte “significativo”, no será suficiente para compensar el primer trimestre que fue golpeado por un duro invierno, detracciones de inventario, un mercado inmobiliario que aún luchan y más lento externa la demanda. El FMI también prevé un menor crecimiento potencial de “alrededor del 2%” en los próximos años debido a los efectos del envejecimiento de la población y las perspectivas más modestas de crecimiento de la productividad. Antes de la crisis el crecimiento promedio estaba sobre 3%. Asimismo, la institución prevé que la volatilidad en los mercados se prolongue y augura que, si la inflación se mantiene estancada, la Reserva Federal podría mantener las tasas de interés en entorno del cero hasta mediados de 2015 o incluso después, para después subir gradualmente hasta el 4% en 2017 cuando se alcance el pleno empleo. Al respecto, considera que la creación de plazas laborales avanza a un ritmo que califica de saludable y prevé que se mantenga estable, aunque considera que sigue siendo vulnerable y no anticipa una caída en la tasa de desempleo. De acuerdo con el FMI, la recuperación de la recesión está siendo lenta y penosa, y eso provoca que la tasa oficial de la pobreza esté estancada por encima del 15% cinco años después de la crisis, la reducción de ésta requerirá de una reactivación mucho más robusta del crecimiento y de la creación de empleo. Pero debe acompañarse con otras acciones políticas. Para apuntalar la reactivación con medidas fiscales que mejoren la productividad y eleven la oferta de empleo, recomienda inversiones públicas infraestructuras o la priorización del gasto en educación. Respecto a los bancos, el FMI pone en evidencia los avances de la reforma financiera, considera que éstos son más sólidos, que los balances son saludables y que la regulación mejoró notablemente. No obstante, teme que esta mejora se esté apoyando demasiado en una política monetaria extremadamente laxa y eso crea puntos de vulnerabilidad en negocios no regulados.

 

Siguientes artículos

Centroamérica y el factor de crecimiento
Por

Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina (Cepal), la inversión media anual en infraestruct...