Cuando nos referimos a la paella de inmediato acude a nuestra mente una delicia culinaria que cuenta con su propio Día Mundial de la paella y que se conmemora cada 20 de septiembre.
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Este manjar alcanzó una gran popularidad y actualmente es conocida en todo el mundo, pero lo que pocos conocen es el origen de la paella, una delicia que conquista hasta a los paladares más exigentes.
Paella: un origen humilde
La paella o también conocido como “arroz a la paella”, proviene del valenciano que significa “sartén” en el cual se cocina la receta a base de arroz, aunque el nombre con el que actualmente se refiere al recipiente de poca profundidad y con asas es “paellera”; también se considera su acepción en latín, “patella”, que significa plato plano y ancho,
Existe una teoría un tanto romántica: un hombre preparó paella para ganarse el amor de una mujer. La relación con el nombre es que la palabra derivaba de la frase en español “para ella” o “por ella”, que adquiere un poco de sentido ya que este platillo es comúnmente preparado por hombres.
Pero la paella no siempre fue como la conocemos actualmente ya que si bien podemos agregarle cualquier cosa que se nos ocurra, este plato tiene un origen humilde en España, específicamente en Valencia.
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Sus inicios se remontan a los siglos XV y XVI, en las zonas rurales de Albufera de Valencia, a manos de campesinos y pastores. En sus comienzos se trató de una mezcla de arroz, harina y leche de almendras, pero poco a poco fueron añadiéndose ingredientes como conejo; aves como pato o pollo; caracoles; verduras que ellos mismos cosechaban, azafrán y aceite de oliva.
Esta mezcla de sabores y aromas no tardó en popularizarse a tal grado que las clases más altas caían ante su encanto y convirtieron a la paella en el plato favorito para las celebraciones de renombre en toda España.
Poco a poco la popularidad de este platillo hizo que la receta original sufriera modificaciones e incluso fue calificada como el “gran circo gastronómico”.
Actualmente la paella cuenta con una gran cantidad de variantes que se adaptan a los ingredientes de cada región de España que la convierte en uno de los íconos gastronómicos de la cocina española, además su popularidad la ha llevado a los mejores restaurantes de occidente.
Algunas variantes le agregan mariscos y carne, nombrada “paella mixta”—la más conocida hasta ahora y que incomoda a algunos puristas de este platillo español—, una más añade pescado y otra, conocida como “paella de montaña”, incorpora costilla, pollo y conejo.
La versatilidad de la paella permite que se le pueda agregar prácticamente cualquier ingrediente que se te ocurra ya que no existe una receta única, cada paella siempre es distinta y toda una experiencia gastronómica.
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