Entre paisajes inhóspitos del altiplano potosino, rodeado de cactáceas y tímidas plantas silvestres crece el agave verde (Agave salmiana), una variedad nativa de las laderas y planicies semidesérticas de la región que dio origen a Clase Azul Mezcal San Luis Potosí.
Este nuevo ícono de la casa abraza las virtudes del clima, el suelo y la flora de un territorio místico, y captura de forma excepcional la esencia del agave utilizado en su producción a través de un proceso que comenzó con una profunda exploración de la región.
“Tengo muy presente cuando anduve caminando esa zona donde se encuentra el Agave salmiana, con poca vegetación a su alrededor. Me gusta mucho recorrer la naturaleza y entender las diferencias de las regiones donde crecen los agaves y pensar cómo van a enriquecer las notas aromáticas alrededor del destilado”, narra en entrevista Viridiana Tinoco, maestra destiladora de Clase Azul México.
Espíritu distintivo
Sin embargo, lo que permitió hacer de Clase Azul Mezcal San Luis Potosí un espirituoso totalmente diferente a los íconos que rinden tributo a Durango y Guerrero, fue la sabiduría protegida, durante generaciones, por una pequeña comunidad productora del destilado en Estación Ipiña.
Tinoco recuerda que, la primera vez que visitó la destilería de la comunidad, notó que el olor del proceso era muy diferente a otros perfumes registrados en su memoria. “Aquí te recibía el aroma del agave cocido con mayor intensidad. Por primera vez vi trabajar un molino chileno y, de los procesos que más me apasionan, descubrí en la fermentación notas herbales, frescas. Mucho tiene que ver que se utiliza aguamiel de la misma planta para la fermentación”.
La cocción del agave se realiza al vapor en hornos abovedados de mampostería dando paso a una expresión única, libre de notas ahumadas. Además de los métodos tradicionales de molienda (molino chileno y Tahona) y la fermentación citados por la experta, la doble destilación en alambiques de cobre ha contribuido a ese perfil distintivo.
Clase Azul Mezcal San Luis Potosí presenta notas aromáticas a flores silvestres, cáscara de lima y chile verde, esta última representa una sorpresa. Es un destilado gentil al paladar con una embocadura herbal que trae consigo matices de caramelo y clavo; retrogusto mineral y especiado.
“Para mí, este mezcal, significa mostrar nuestra cultura mexicana al mundo; proponiendo un espíritu lleno de aromas, pero con una particularidad que enaltece la riqueza de la región”, comenta la maestra destiladora al tiempo de destacar la integridad de la comunidad situada en el municipio de Ahualulco, a más de 2000 metros de altura sobre el nivel del mar, en San Luis Potosí.
¡Descubre! Yo Amo México, orgullo nacional en el Caribe
Pieza de arte
Ese patrimonio es resguardado por una licorera que, con su acabado rugoso en color rojo, ofrece un detallado homenaje a las expresiones culturales y paisajes desérticos de San Luis Potosí.
Dice la leyenda que los huachichiles recorrieron todo el desierto en busca de establecer su territorio y notaron que un ave de cabeza roja guiaba sus pasos. Ese pinzón se convirtió en un guardián venerado por la etnia nómada que llamó hogar a la región potosina que acoge al agave verde, al Agave salmiana.
El mítico pinzón rojo bajo una noche estrellada, sobrevolando las montañas y planicies por las que el pueblo huachichil peregrinaba ha sido representado por artesanos mexicanos con estambres de colores aplicados con una técnica manual que amerita paciencia y delicadeza.
¿Ya nos tienes en Facebook? Danos like y recibe la mejor información
