A los pies de la escalera de caracol que protagoniza el vestíbulo, el agua fluye con armonía mientras las obras de arte y la originalidad de los herrajes que yacen en los espacios contiguos atraen la mirada. Cada detalle en los interiores de Las Alcobas ha sido hecho a medida.

Piezas contemporáneas se mezclan libremente con objetos que recuerdan la rica herencia cultural de México, entre mobiliario en tonos tierra y afinados contrastes en madera. En las habitaciones y suites prevalecen los colores neutros con acentos que generan un ambiente tan acogedor como elegante.

Estos matices artísticos son obra del afamado Estudio Yabu Pushelberg, responsable de la estética de algunos de los hoteles más sofisticados en Norteamérica (incluidas propiedades de la selección Louis Vuitton). En 2020 la firma, con sede en Nueva York y Toronto, diseñó el spa e intervino cada alojamiento dotándolo de un halo atemporal, un exquisito confort y una privacidad insuperable.

Foto. Las Alcobas

Controles automatizados permiten, además, personalizar la iluminación y el ambiente. En tanto que los baños, con acabados en mármol, invitan a consentir al cuerpo con productos Bvlgari y jabones artesanales, que se pueden elegir de un extenso menú inspirado en tradiciones ancestrales. Todas las amenities son colocadas con auténtico esmero.

Ese sentido de bienestar se extiende a la superficie que ocupa Aurora Spa, en el segundo piso del hotel. El recinto ofrece una curada selección de tratamientos, en los cuales se utilizan ingredientes naturales mexicanos, como aceites esenciales y hierbas. También ha incorporado un ritual de sanación maya para quienes buscan restaurar su energía vital.

PARA MIMAR AL PALADAR

Todo en Las Alcobas es exquisito y confortable, incluida la propuesta gastronómica de su restaurante Anatol. Ésta es capaz de traer a la memoria momentos gratos de nuestra vida y acariciar los sentidos con sabor a hogar. Lo mismo con el aroma a pan recién horneado, hecho con la masa madre que el chef Rodrigo del Valle ha conservado con especial cuidado desde hace varios años.

Las Alcobas
Foto: Anatol

En el menú de desayuno, exclusivo para huéspedes, destacan las especialidades mexicanas.
Es durante la comida y la cena cuando todos los amantes de la buena mesa pueden disfrutar de un recorrido culinario que privilegia los alimentos de temporada y los ingredientes producidos de manera consciente en las cercanías de la ciudad. Esto, en compañía de creativos cocteles de la casa o vinos seleccionados.

En Anatol siempre hay algo nuevo que probar en virtud del clima, la época de año y la inquietud del equipo culinario, liderado por el chef Del Valle, por desarrollar nuevos platillos y experiencias basadas en productos con historia.

En su terraza al aire libre es posible atestiguar el palpitar de Polanco, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. El hotel boutique se erige sobre la icónica avenida Presidente Masaryk, rodeado de boutiques de diseño, galerías de arte, parques y recintos culturales, una ubicación perfecta para redescubrir lo mejor de una urbe en constante movimiento.

Las Alcobas
Foto: Las Alcobas

Y luego de la aventura en los alrededores, regresar a la serenidad de Las Alcobas, donde un servicio amable e impecable hará de la estancia algo que se atesora de por vida.

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